Otoño gris, corazón congelado, mudo, no conoce latido porque tú se lo robaste, te fuiste sumiendo en
la oscuridad sus fuerzas, dejando estéril su capacidad de soñar quizá fue el propio tiempo lo que
...
Le di un corazón para jugar, y ese fue mi primer error. Nunca antes tuvo uno entre sus manos, y no
sabía muy bien qué hacer con él. Lo utilizó en la cama, bajo una de las cuatro patas, justo la que
l...
Absolutamente no
porque así me lo recalcaron.
Perdido en medio del vendaval
el fruto del vencimiento se asoma
y mi mano se muestra hostil,
con ganas de partir el mundo en dos
No siempre llor...
¡Hola! Somos una comunidad de escritores aficionados. Nos reunimos aquí a mostrar y comentar nuestros textos. Descubrimos nuevas historias y nuevos amigos cada día. → Únete para participar