Eran las dos de la madrugada en punto cuando Gerardo salió. Atrás había dejado a Soledad, su esposa,
que le balbuceó algo que no entendió, pero que quiso pensar que fue cuídate mucho o algo así. Le
...
¡Hola! Somos una comunidad de escritores aficionados. Nos reunimos aquí a mostrar y comentar nuestros textos. Descubrimos nuevas historias y nuevos amigos cada día. → Únete para participar