Que pecado de mi pecado,
¡Ahí! que pecadito,
pues siendo un pelaito,
ya tenia mi pecadito,
Acaso mi presencia,
se dio por un pecadito.
¿El porque de ese pecadito?
Avispado y maravilloso ser,
pues con tus bondades y libertades,
as sabido darle la mejor caricia a ésta tú madre,
y que justamente caeremos a la desgracia,
donde ella hace sus gracias.
¡Hola! Somos una comunidad de escritores aficionados. Nos reunimos aquí a mostrar y comentar nuestros textos. Descubrimos nuevas historias y nuevos amigos cada día. → Únete para participar