Presagio obsesivo que en mi alma se clavò;
còmo no sentir su halito fulgor,
entrañable, contemplando su belleza,
no quedàndome màs que aceptar que su
trèmulo nombre, no podrìa nunca ser mìo.
Mi...
¡Hola! Somos una comunidad de escritores aficionados. Nos reunimos aquí a mostrar y comentar nuestros textos. Descubrimos nuevas historias y nuevos amigos cada día. → Únete para participar