Y ya no podía más, le pesaban los pies, le costaba respirar, lloraba cada día y ni en sueños lograba
descansar.
No conseguía andar diez pasos sin tenerse que sentar, encima su marido le decía que ...
muerta, amada nuestra
Su rostro se muestra entero ante nuestras adoloridas miradas, ojos cerrados y callados, ya no hay
más habla, el silencio entre nosotros mismos, el callar del alma, se vuelve a...
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