Fue la mujer
del Paraguay
la que me dijo:
-Ámame con pasión,
sino vete lejos.
Sorbía de sus senos
leche ajada
de los tiempos
y en las oscuras esquinas
del barrio de Flores,
entre tragos ...
La frente suda y el estomago arde sobrellevando la resaca que atraviesa los tiempos. Solo me quedan
palabras que se derraman: como el vino sobre el mantel blanco, dejando una marca roja e
indescifrabl...
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