Nadie me mira, salvo mi mujer. Creo que es porque me quiere.
Unos pasan sin mirar, otros lo hacen por un segundo pero a través de un cristal, sin mojarse.
Antes tenía ganas de gritar y era más fácil...
¡Hola! Somos una comunidad de escritores aficionados. Nos reunimos aquí a mostrar y comentar nuestros textos. Descubrimos nuevas historias y nuevos amigos cada día. → Únete para participar