Recogí los sesos del suelo
con la enajenación cerebral en las pupilas de la duda.
Perdí a causa de tu ruleta rusa el vino del lapso
y el ocaso se transformó en una insolencia temerari...
Me siento estático como un pato
frente al pelotón de fusilamiento.
Afuera la noche de los días sin luz
hace que la lluvia pernocte
entre tus senos.
¿Dónde se esconden los hijos
del argumento...
¡Hola! Somos una comunidad de escritores aficionados. Nos reunimos aquí a mostrar y comentar nuestros textos. Descubrimos nuevas historias y nuevos amigos cada día. → Únete para participar