En un verde trigal
la consabida amapola
se emberrincha ella sola
con el vecino vertical.
¡Oye tú, el de arriba!
A más grandes menos luces,
mi gran belleza desluces
-absorta en su diatriba-
...
¡Hola! Somos una comunidad de escritores aficionados. Nos reunimos aquí a mostrar y comentar nuestros textos. Descubrimos nuevas historias y nuevos amigos cada día. → Únete para participar