TusTextos

Era un Requisito para No Caer En Coma. Etílico.

Sábado. Medianoche y no estás aquí. No estás aquí para mí, para embriagarme con tu don. Como tú lo sabes hacer. Como tú siempre lo supiste hacer.

Lo sabes. Sabes que sin ti me cuesta olvidar. Sin ti me cuesta recordar como soy en realidad. Y me cuesta decir lo que quiero. Me haces valiente. Me haces más yo.

Nunca estuve más feliz que junto a ti.

Eso es triste. Creo.

Silencios rotos, sábanas vacías, mi vida a la deriva, viajera y náufraga del tiempo. De mis acciones. De mi soledad. Tiros a quemarropa contra el jardín de la indiferencia. Ese es mi cóctel cada noche, cada despertar.

Hoy la tormenta me anuncia tu ausencia, y presencia de todo aquello que jamás escribí.

Tú eras con quien pasaba todas mis madrugadas, después de ti, empecé a irme pronto a dormir.

Pero ahora por fin, o por desgracia, te he echado de mi vida. No me lo tengas en cuenta. Era un requisito para no caer en coma. Etílico.

Pero ahora no puedo hacer otra cosa que mirarte fijamente en la habitación número 33 de un hotel cualquiera. Te echaré de menos.

Cuando menos te lo esperes, volveré. Volveré a ti como quien se arrastra para salir de un incendio, como quien es tan cobarde como para seguir viviendo. Como quien aún no te ha aprendido.

Sé que eres mi perdición, y mi salvación. Así que haré lo que debo hacer. Y te simplemente entornaré la puerta.
Temblando26 de julio de 2016

Más de Temblando

Chat