Pero Ya No Saldré Con El Fin
de Olvidar.
Sabes, antes solía escribir porque pensaba que le debía algo a alguien. Un abrazo, un te quiero. Pero estoy cansada de ese sentimiento de culpabilidad que no es real.
No le debo nada a nadie. ¿Me oyes? No te debo nada. Con la única persona que estoy en deuda es conmigo misma. Por no valorarme lo suficiente. Por no respetarme. Por creer que el hecho de que alguien vea más allá de mí, de que pueda quererme, es algo imposible.
Me he dado cuenta de que finjo, finjo con todo el mundo. Hasta con la persona que me mira al otro lado del espejo. Finjo para que todos crean que soy fuerte, que no estoy rota, que no deben preocuparse por mí, que por qué iba a dolerme. Joder, pues duele. Duele más el daño que me hago a mi misma fingiendo que no siento nada, al que me puedan hacer demás. Y todo porque tengo miedo. Miedo de que me rompan. Más.
Vivir con miedo de sentir es una mierda.
También me he dado cuenta de que ahogar las penas ayuda, pero que no soluciona nada. Lo seguiré haciendo, para qué mentirte. Para qué mentirme. Pero ya no saldré con el fin de olvidar, sino con el de no pensar demasiado.
Bastante me he jodido ya con el alcohol, ahora voy a dedicarme a escribir.
