En el exilio de su escalera me dà de bruces con tu cicatriz. No me saludó. Ni yo a ella, todo hay
que decirlo. Pero nos miramos. Como se mira a alguien que conociste y te importó. Y no ha dejado de
ha...
De los imperecederos bucles de otro tiempo, de esos de los que surgÃan aquellas ideas oscuras,
intensas, fuertes. Certeras.
De las sonrisas que se alargaban, se estiraban en público, encadenándose la...
Quiero que me señales un punto en el calendario
Y otro en el mapa que guardabas en tu bolsillo
de aquel pantalón vaquero rasgado.
En ese, no en otro
Que sabes que si no
me pierdo.
Y ese dÃa, ...
Las yemas de sus dedos trazaban el camino a seguir. Camino que terminaba en otro y asÃ
sucesivamente, enredándoseles en el pelo. Los cruces de miradas en los pasos de peatón, sin
semáforos, eran respo...
En el exilio de su escalera me dà de bruces con tu cicatriz. No me saludó. Ni yo a ella, todo hay
que decirlo. Pero nos miramos. Como se mira a alguien que conociste y te importó. Y no ha dejado de
ha...
De los imperecederos bucles de otro tiempo, de esos de los que surgÃan aquellas ideas oscuras,
intensas, fuertes. Certeras.
De las sonrisas que se alargaban, se estiraban en público, encadenándose la...
Quiero que me señales un punto en el calendario
Y otro en el mapa que guardabas en tu bolsillo
de aquel pantalón vaquero rasgado.
En ese, no en otro
Que sabes que si no
me pierdo.
Y ese dÃa, ...
Las yemas de sus dedos trazaban el camino a seguir. Camino que terminaba en otro y asÃ
sucesivamente, enredándoseles en el pelo. Los cruces de miradas en los pasos de peatón, sin
semáforos, eran respo...