Quizas muchas personas necesiten en este instante cosas distintas. Algunos una ducha caliente para combatir el frio, otros un café para poder arrancar con su día, otros muchos simplemente que se acabe rápida su jornada laboral, yo sin embargo vuelvo a caer en el circulo vicioso en el que me has hecho caer.
Necesito que me complementes, necesito que tu coraza sea mi vestimenta diaria, que jamás te falte un motivo por el que luchar, que una vez más tus brazos sea mi destino después de un largo viaje, que seas la persona de la que pueda presumir, que tus bromas y esas tonterias de niña pequeña sea la temática una vez despierte a tu lado.
Dicen que todo llega al que sabe esperar y gracias a ello, convertiste mi impaciencia en mi mayor virtud, ya que con eso conocí a la persona que espero, me acompañe en mi largo viaje y no lo haga ni delante ni detrás sino cojida de mi mano a mi lado.
Y es que me he acostumbrado a tu olor, a que cada vez que te dejo en casa des la vuelta al coche para poder darme un último beso, que cada vez que hay que hacer algo, siempre aportes lo que en ese momento te apetece.
Me he aostumbrado a que de mi oscuridad, tu luz sea la que me ilumine.
