He tardado toda una vida en encontrarme, y aún no entiendo por qué hay gente que llora por amor. He buscado en el cielo la razón de aquello que nadie busca, quizás porque el miedo al fracaso es más fuerte que las ganas de triunfar. Y sí, reconozco que he tardado una canción en aprenderme una vida que cada día olvido cuando duermo, pero para escribirla estoy hoy aquí:
Voy a deciros la verdad, voy a seros sinceros, voy a contaros que hoy me duele el alma y mi reloj ya se paró.
Nadie echa cuentas a la hora cuando estamos junto a quien amamos, y el tiempo nos lleva como canciones olvidadas en un corazón invernal. Que fueron muchos deseos, muchos te quieros, muchas promesas...pero ni mi forma de reír, ni mi forma de sentir, van a dejar de lado tantos abrazos.
Y no. No olvidaré los chistes en la escalera y el café en el sofá, la locura de cada tarde de telenovela, los besos, ¿ y las caricias ?, ver como te agarrabas a las manivelas, y que ni siquiera hayamos podido aguantar hasta llegar a la habitación hace que ni se apague ni se encienda este dolor.
Porque cada día era un sueño ¿recuerdas?, y nacemos con las ganas de escribir una historia que no nos corresponde. Por eso, solo hoy me pregunto que será de mí... ¿ Mañana me preguntaré que habrá sido de ti ? Mientras alguien nos quiere, nosotros nos metemos en el personaje, nos decimos que nos queremos, y esperamos a que escriban una canción. Y luego otra vez a vivir.
Así la vida seguro sería mucho más fácil y el amor se convertiría en el invento del siglo si fuese de verdad.
