Última vez: 15/8/2012 - Empezó el 12/8/2012Seguir usuario
"Frágiles como cristales, mis dedos sujetan la pluma que rasga el papel. Suspiro y dejo volar mi mente para que se coloque a dos metros sobre tí. Te miro y escribo para tí, para mi musa intocable."
Desde su retorno, Rosina ya casi no sale de casa. Envuelta en el chal negro de su madre, se atreve a
cruzar el umbral de la puerta al anochecer, cuando está segura que no la verá nadie. Llega hasta
la...
Desde su retorno, Rosina ya casi no sale de casa. Envuelta en el chal negro de su madre, se atreve a
cruzar el umbral de la puerta al anochecer, cuando está segura que no la verá nadie. Llega hasta
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