No seré yo quien cierre la puera por última vez. No seré yo quien pronuncie el último adios, ni quien deje escapar mis dedos de tu mano. No seré yo quien te mire a los ojos por última vez, ni quien te regale el último beso que roce tu mejilla y resbale por tu cuello hasta perderse entre tu pecho y el mío. No seré yo la culpable de este delito que es separarme de tu abrazo, ni quien te de la espalda para empezar el camino de regreso a la soledad, te lo repito: no seré yo