Gustav Klimt - La sangre del pez


Sin hacer nada
sólo un mar reservado a sus fondos
de piedra y seres diminutos

Con un vaso en la mano,
un pequeño barco
que se aleja mecido por las aguas,
dos hielos sus únicos tripulantes

Vagar profundo y quieto
humedeciendo cosas

Pesadas las extremidades
como si el cuerpo, desde el medio,
estuviese quebrado
y la espuma del vino bendijera la orilla

De algo me servirá
este cuerpo quebrado, esta orilla bendita, esta nave marina
algunos versos llegan

uvas y peces, lo mismo
que el marciano del frente a una aceituna..




(gracias Cemento!)

Seguir AutorRecomendar Texto Agregar a Favoritos

5 Comentarios

• 

  Norah

  dos hielos sus únicos tripulantes
  este cuerpo quebrado, esta orilla bendita, esta nave marina
  algunos versos llegan
  
  uvas y peces, lo mismo... como siempre leuendo, escribiendo al sesgo, me ha encantado, beso grande.
  
  

  10/01/11 05:01

• 

  Ultramor

  qué bueno Norah.. para algo me tiene que servir -en la posteridad, supongo- tanta holgazanería... mmm beso amiga!

  10/01/11 05:01

• 

  Norah

  Haha, mmmm y a disfrutar de la holganazería, la posteridad que espere.Beso.

  11/01/11 02:01

• 

  Tanito

  Primita del alma, te remito a mi comentario en el blog. ¡Vuelan besos, Princesa!

  11/01/11 02:01

• 

  Ultramor

  sisisi que la posteridad espere sentada, Norah... jajjaj
  
  Primito gracias, pasás y me dejás al menos una flor, besos Tanito...!!
  
  Me encanta: el marciano del frente es lo mismo que una aceituna...!! me encanta ese verso! lo voy a insertar por algún lado, no lo dejemos naufragar en el mar perezoso!
  gracias Cemente, un gustazo compartir

  11/01/11 04:01