Borrando mi Propia
Destrucción.
La destrucción estaba tocando mi puerta, haciendo ecos dentro de la casa. Los ruidos iban aumentando junto con mis latidos, el aire se iba agotando y la irrealidad se iba apoderando de la situación. En el fondo de la casa estaba yo, abrazada a las rodillas, muerta de pánico y de dolor en medio del pecho. Las voces, esas manos, el recuerdo, me cegaban a cada minuto y sabía que vendría por mí. “Déjame, déjame aquí” suplique por dentro esperando una salida, una respuesta en medio del caos. La destrucción golpeaba desesperadamente la puerta, parecía que su puño era de madera, su puño irreal golpeando cada parte de la casa en mi busca. “Solo por mi estas aquí, solo por mi” me dije, esperando nuevas ideas para escapar de allí. Pero estaba rendida, ¿Qué más podía hacer a estas alturas? “Me canse de seguir, me canse de perder el aire por su culpa” presione con más fuerza mi cara contra las rodillas. “Estas aquí definitivamente, con o sin aire… Con ganas de seguir o no… Con ganas de olvidart…”
-Hola.
¡NO! Su sonrisa se dibujo al instante con el recuerdo, sus ojos marrones se achicaron al estirar su sonrisa. Sus comisuras eran naturales, no estaban forzadas ¡que hermosura! Mi sonrisa se formo a la par y quede en un estado de shock al encontrarme con sus ojos. “¿Cuándo terminaría esto?” su mano se poso en la mía en medio del mundo de gente y solo pude sentir paz. Silencio, calma… “¿Por qué los problemas han desaparecido?” era cierto, sus ojos hicieron perder mi memoria, su sonrisa me enamoro de nuevo y sus manos… sus manos me llevaron al paraíso.” Ese paraíso que habíamos formado con los años.”
-¡Ábreme!
La voz de la destrucción me trajo a la realidad de golpe y me asuste. Me levante del suelo sacandome las lagrimas y comencé a correr, estaba ciega, desorientada, pero solo tenía que salir de allí. No quería destrucción, no aun. Necesitaba verle de nuevo, quería sufrir unos segundos más solo para verle. El recuerdo no se iba a quedar, la destrucción me lo arrebataría y er… “Es todo lo que tengo”… su nariz paso a mi pelo y sus manos envolvieron mi cintura. Cuanto había extrañado esto… pero… “¡Ya no era lo mismo!” sentí su distancia, sentí los sentimientos fuera de lugar. Su sonrisa aun me enamoraba, sus ojos me dejaban atónita, sus manos me llevaban al paraíso, pero… “¿era lo mismo?” en cuanto su nariz rozo mi cuello, el pecho me presiono con fuerza, la calma quería apoderarse de mí, pero algo me retenía. Tal vez el dolor, el resentimiento o mi corazón partido en mil pedazos.
-¿Dónde estás?
La voz destruyo mis oídos al instante. Me frene en seco y grite. La presión que la destrucción causo dentro de mi cabeza me hizo marear, intente sujetarme de un… de un brazo… “¿Brazo? ¿Dónde diablos estaba? ¿Quién estaba conmigo?” cuando me compuse, aclare la vista intentando descubrir dónde diablos estab…
-¡BASTA!
Me centre en sus ojos negros infinitos. Sentí el frio dentro de mí, su sonrisa quebrarse en el suelo gris. El recuerdo, me lo había arrebatado una vez más. “Lo mejor para ti, lo mejor para los dos” sentí su suave susurro dentro mi de cabeza. Era el momento de despertar, despertar sin sus manos, su sonrisa y todos los momentos en que había sido feliz o infeliz a su lado. “No quieres un comienzo, no lo tendrás… pero esto es mío” Esas palabras habían dolido. Tenía razón, no había comienzo para mí aun. No había nada más que… “¿Nada mas que, qué?” no tenia respuestas, aun no era yo. Aun no sentía, aunque me había encontrado conmigo misma, aun sentía que mi corazón estaba destrozado. “Estarás bien” volvió a decir... ¿Cuántas veces había escuchado esa palabra?... Ella se ocuparía de todo, borraba los recuerdos a su manera. “Borraba mi propia destrucción”
