Mi Verde Lima.
Y tuve una duda ante sus ojos cuando me miraron por primera vez.
Había pisado el tiempo y se freno en los restos de este amor. Que se iba apagando al correr del mes, pero mi corazón estaba cansado de dejar entrar y tener que soltar tantas veces, que la confianza se atrofiara y las ganas de seguir murieran en un intento de salvarme el pellejo.
Pero esa noche, ese día que me brindó su mejor sonrisa, un par de chocolates y un beso robado, ese día... La duda me brotó en el medio del pecho. Preguntándome y llenandome de dudas, si algún día me llegaría a amar de la misma manera que empezaba a Amarlo, si algún día me abandonaría o yo lo abandonaría a él... O si.. Algún día, solo seríamos el y yo (O terminaríamos siendo dos extraños). Porque de lo que si estaba convencida, era que lo empecé amar de la forma de que nunca imaginé, pero tampoco estaba enterada que iba a dejar a entrar alguien desconocido y que a la larga me iba a dejar con un adiós... Y este corazón, ya no tendria más vidas.
Y así fue.
Cerré las puertas de las dudas y miedos, pelee tantas veces conmigo misma y me convencí de que jamás me iba a dejar en ningún puerto ni en ninguna terminal, para abrir el corazon y el alma también.
Que ilusa.
Porque el tiempo me dio la razón, me apuñaló por la espalda y me empujó a cometer el peor error de mi vida para quebrar y quebrarme en dos el mundo que había formado junto a él y...me abadono. Con dos agujeros en el medio del alma, sin aun poder cerrar ni aliviar la herida, viví . Pero la realidad era que jamás serían cerrados y mi corazón no iba a volver tampoco.
Ni el amor.
Ni el cariño.
Ni amar.
Ni el.
Ni yo.
Ya no había más nada en esta vida, por lo que recuperar, ni mucho menos nada después de que me abandonó, ahogándome en un mar de recuerdos y un adiós que no tenía final para mi.
Pero si, las dudas se fueron y yo ame igual. Lo deje entrar para entender que era exactamente amar, el amor y sus encantos. Pero también con el tiempo entendí, que el amor era el y que sus encantos venían de la mano de una sonrisa y un par de ojos verdes Lima que se tatuaron en medio de mi corazón para resolverme el alma.
Y esta era una de nuestras tantas historias, con mucho amor y un solo final. ¡UNO SOLO!
