TusTextos

Mi Viejo Karma.

Sumergida en el crepúsculo de la noche me oculte mientras escuchaba su voz, podía sentir su alma y aquel corazón tranquilo desde lo profundo del bosque.Pase noches enteras perdida entre sus ojos, mientras seguía oculta a su vista, no podía cruzarme, no aun. Aun faltaba tan poco tiempo para que desaparezca, y siguiera de pozo en pozo, para atormentar a mi verdadero yo por las noches y esconderme del sol.

La noche era mi amiga e enemiga y aun no podía acostumbrarme. Los años eran solo números y yo seguía sumergida en esta eternidad, de vuelo en vuelo hasta que entre las nubes negras de la noche, escuche su voz. Sentí como perdía el equilibrio y caí en medio del bosque, esperando el momento de volver a retomar el vuelo a mi lugar. Pero aquellos ojos, aquellos ojos ya los había visto. En mis sueños y en alguna que otra vida. Debía quedarme. un día mas, una noche mas. Pase días enteros encerrada entre sus encantos y me convencí de que la eternidad jugaba conmigo y ese era un pasatiempo.Este no era mi lugar, mi lugar había sido hacia muchísimo tiempo y ya no existía mas. Pero de alguna u otra forma, aquella luz que rebordeaba su alma me incentivaba a quedarme. No por mi, ni por el estúpido tiempo. Sino por su encanto revelador de encuentros, de reencuentros o encarnación.
No podía ser verdad ¡No era verdad!

Pero su luz brillaba de una forma jamas vista, aquel corazón tan sano latía a medida que sus pasos fuertes resonaban en el suelo y sus suspiros eran música para mis viejos oídos.
La eternidad. La estúpida eternidad me arrastro después de tanto tiempo y me negó la paz, la felicidad y el amor. Se habían ido conmigo mismo algún día que a penas recordaba y ya no quería recordar.
Su risa hizo que perdiera el equilibrio y me dejara agotada. No tenia fuerzas, no podía huir. ¡Pero tampoco podía quedarme! me había atrapado sin siquiera mirarme. Era el, pero ¿Como podía y era posible que eso pasara?
Y no espere, aunque tenia tiempo de sobra el ansiedad me obligo a salir a luz del día y me revivió la piel. Tenia que admitir que extrañaba un poco la vida que una vez había llevado y que el sol no era tan malo después de todo, pero aun así... No cambiaría la realidad. Yo ya vivía en la oscuridad, Yo ya era oscuridad. No había soles para mi, no había nada.

Podía jurar que el miedo que había hecho desaparecer dentro de mi, había vuelto con una fuerza que me rasgo el esternón y sentí los músculos tan apretados que creí quebrarme como un plástico. Pero no fue así... Sus ojos se cruzaron con los míos y se agrandaron al verme, su expresión me hizo volver al tiempo atrás de un tirón. Ese tiempo cuando existía. Y yo también.

Definitivamente era el.
Universo28 de junio de 2016

Más de Universo

Chat