Palomas de la Verdad
¿Que soy? ¿Que fui? ¿Que sere?
Esas preguntas volaban en mi cabeza y se chocaron con la realidad.
La realidad de ser y no ser.
Entraron en los espejismo de mi misma, pecheando una y otra vez, fotos con nombres, fechas, ojos con sonrisas. Cosas que alguna vez vi, cosas que alguna vez pase y arrasaron con el desorden. Felicidades que recordaba. Copiaban cada numero y detalles que nunca tome y se volvieron a elevar, volando mas al fondo de mi cabeza.
¡No! Gritar fue en vano.
Intente de mil forma bloquear los pasillos , pero fue inutil.
Llegaron a los recuerdos. El paso fue oscuro, recorrieron tantos laberintos que casi una se perdio. Sus alas se habian pegado en unos ojos color caramelo.
El amor de mi vida.
Aleteo tantas veces, que se despego. Las preguntas en forma de palomas, volaban squivando mi destruccion y llegaron. Agendaron un solo nombre. Uno solo y volvieron a tomar vuelo. El dolor de pecho comenzaba a abrirse, rasgando cada tejido muscular como si fuera una simple tela. Pero aun asi , ellas seguian... pedian algo mas. Las preguntas pechearon, ya no tenia acceso a ellas. Huyeron de mis manos y destrucciones tan rapido, que parecia mentira. Tal como decir que era el fin.
Era el principio.
Llegaron a mi inconciente.
Se burlaron de mi.
De todo lo que me completaba y definia.
Me partieron en dos.
Me abrieron la cabeza , iluminando caminos que nunca vi... nunca quise ver.
Tomaron vuelo.
La incociencia. Mi inconciente era tan oscuro como el borde de mi alma, del abismo que nos mantenia con un pie dentro y fuera del pozo. Retumbaron en cada pared , chocandose entre si , sin poder ver. ¡Les dije, no intenten llegar a mi¡
Les grite casi perdiendo la lucidez.
El corazon parecia salirse de mi pecho, pero no dolia.
Aun vivia.
volaron, gritando cada vez mas fuerte y intentando ver. Todo era oscuro. Ya no era.
Una paloma cayo , como una mosca sin vida en los fondos de la inconciencia. Sin motivos. Solo desaparecio.
¿Que soy? ¿que fui?
Las dos siguieron.
¡No sigan!
-Por favor.
La primera y ultima palabra salieron debiles y quebradas.
Otra paloma choco contra la pared de mi incociente y dolio. No pude ver. Ya no podia ver. Desaprecio como la primera. Grite. Aun quedaba una. Debia desaparecer. Debia... ¡NO!
Me encontre.
Desperte.
