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Si; !hay una Salida!

Aparecí en un mundo con todas sus caras. Gritando su nombre una y otra vez; cruzandome con millones de ojos;de sonrisas y brazos tatuados iguales a los suyos. Corría en su busca; hablando y golpeando a cada uno de sus yos para descubrirlo. Encontrarlo y decirle que ya era hora de aparecer; que el tiempo ya no corría. No había antes ; ni después. No allí. Contarle que esconderse detrás de tantas personalidades no servía de nada; solo conseguiría perderse mas de lo que ya estaba. Sin poder ser o querer ser porque estaba estancado en la miseria. En su propia y única miseria. "!Ya me tienes aquí! !Toda tu vida no tiene porque ser siempre así!" Sujete a uno de ellos por lo hombros y le grite ; raspando cada parte de mi garganta y al borde de la histeria. Quería que reaccionara y me dijera que era el. Que saliera de tanta oscuridad solo porque se lo pedía; quería que vea mi ayuda. !Estaba allí solo por el! Esto no lo había pedido; no pedí recorrer diferentes estaciones solo para verle y terminar yendome sin nada a cambio. No lo pedí. Solo había pedido que se quedara y no lo hizo. Seguí apareciendo por un motivo u otro; siempre regresaba allí. Me estancaba y me volvía a ir. ir. Venir. Ir. Aparecer... desaparecer. Sentir. Olvidar. Querer... querer. Cerré los ojos y seguí buscando. Empuje a un lado la figura de brazos pesados y vi sus ojos negros; para cruzarme con los mismos en otro de ellos. Esto no era un juego; no era un laberinto; solo era una habitación blanca llena de espejos; llena de replicas con su rostro. Todos sus detalles; hasta incluso los que mas me agradaban. Iba de sonrisa en sonrisa; de ojos en ojos... "!No puedes dejarme así; SIGO AQUÍ !" Mis ojos ardían de cansancio; la cabeza me estallaba de cualquier forma a causa del mareo que estaba sufriendo. Suspire agitadamente y sentí una puntada en la nuca. Caí. Correr no había sido una buena idea; no le permitía el suficiente oxigeno a mi cerebro; ni a los músculos que estaba obligando a usar . La garganta ardía de sed; como todo lo demás. Sentí el frío del suelo al instante. Mi cabeza reboto; pero no dolió y fue allí cuando supuse que ese seria el momento en que despertaría por completo. Irme... Esta vez sin ver esa luz apagada que tenían sus ojos ; sin sentir su verdadera presencia y todo lo que me hacia completamente feliz por tenerlo frente de mi.
-No hay nada para mi aquí.
Deje escapar mi ultimo suspiro cuando el cuerpo comenzaba a temblarme de una forma exagerada; las lágrimas salían como acto reflejo y intente calmar el dolor con las rodillas al pecho. Irme. Irme... ¡No volver!
-¿Por que haces todo esto? ¿Por que? !Eres la única capaz de volver! Reconocí su voz ahogada a causa de las lágrimas. No me moví; no me sorprendí; no hice nada; solo escuche. Estaba tan cansada y dolorida. No había mas fuerzas para dar; si me iba esta vez; no volvería o eso esperaba. Espere a que se calmara; no deseaba una discusión en ese preciso momento !Mi cabeza era un desastre! Su risa de golpe me asusto; pero aun así no pude siquiera reaccionar. !Despierten! Le di la orden a mi cerebro; pero me ignoro. Los músculos no respondían a nada.
-¿Por que siempre te arriesgas a volver? !Solo lastimo! No se querer y... No sabes aceptar.
Su mano acaricio mi cabeza y me estremeci. No quería este final; !No necesitaba despedidas de nadie! No pude aceptar eso como respuesta.
-No te atrevas a despedirte.
Junte fuerzas de donde ya no las tenia y me senté de golpe. Lo vi. Estaba arodillado junto a mi; con el rostro bañando en lágrimas y rojo como un tomate. Su remera color negro; estaba desteñida en el lado izquierdo del pecho. ¿Que diab...? Parecía como si... ¿Era una marca?
-¿Por que?
Deje el enojo atrás ante esa pregunta ; en cuanto me tomo la mano. La acaricio y la observo como si fuera algo precioso. "!No te despidas así por favor!" Sonrío y la beso. Suspire y me arme de valor antes de hablar.
-TE QUIERO. Sos el lugar donde quiero estar; sos mi lugar y no puedo alejarme.
Sonrió sin saber que gesto era exactamente ese y suspiro. Dolía. DEBÍA IRME. Ya no había mas de ellos; estábamos solos en el salón repleto de espejos.
-Estoy seguro de que eso no es cierto.
Me beso.


Universo29 de octubre de 2014

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