Sin Más.
Blup.
Dup.
Blup, Dup, Blup, Dup.
Los latidos de mi corazón estaban tranquilos, sometidos a un sueño lúcido por unos segundos. Mi diseño. Un amor y mi alma desnuda.
Sus ojos frente a los míos, su boca en línea recta y aquellos rulos despeinados. Y quería sonreír, pero mis músculos estaban inertes, igual que mis ganas. Había desaparecido en aquella madrugada y desde entonces, ya no era. Me observaba de una forma extraña, claro que si, el era un extraño para mi nueva vida. El alma nueva había regresado para volver a empezar. Que triste saber que me había destruido tanto, que tuve que salir de mi propio interior. Tome un huésped, con mis propios ojos, mis características y el vacío existencial. Perdí incluso el corazón y el suyo.
Era un extraño, frente a mi, en aquel sueño que a veces el huésped me permitía ver. ¿Para qué? Muchas veces me preguntaba el porqué.. Si ya, ya no estaba.
Y sin filtros, camine hacia él, aun mirándolo y huyendo de lo que había sido.
¡SI!
Había sido lo mejor, el amor más puro y real. Pero justamente, había sido. Ya no.
"¡partí por vos, partí sin querer hacerlo! ¡ME OBLIGASTE A IR, ME OBLIGASTE A NO AMAR MAS! "
Pero... De todas formas, tome su consejo. Viví.
El me había pedido que viva.
Y lo hice.
Cuando vivir era despertarme a su lado y no necesitar más.
Pero esa necesidad se rompió en cuanto partió dándome las espaldas.
En ese mismo momento, mi corazón se endureció. La piel se convirtió en hielo, mi interior iba abriendo laberintos y enigmas para no volver más. No sentir nunca más. No... Querer más.
Por su culpa.
El fue.
El me obligó.
Y me convirtió en lo peor de mi.
Y si, volví a nacer cuando nunca quise morir.
No era yo.
No era nadie.
Solo vivía.
Como un alma en pena, como una carta sin destino.
"Y ese era mi diseño de vos. Esto mi amor, fue también por vos"
Y deje de mirarlo, en cuanto le di la espalda y seguí, sin mirar atrás.
Ya no había nada de que agarrarse, ya no había nada porque volver.
Ya no estábamos, vos y yo.
Ya no.
Y desperté. Esta vez, sin lágrimas.
