Te Quiero.
¿Por que esperar algo de el? ¿Por que creer que hay algo mas ahí para mi? No puedo esperar. No se esperar y allí no hay nada definitivamente. Esta solo porque es lo único que quiere; alejar y fingir no querer. Eso no calma su dolor; eso no calma nada cuando las personas se van. Claro que no; solo aumenta el vacío; aumenta el agujero de su propia tumba. Sonreí. Ya no importaba que tenia para decir o que hacer. Sonreí otra vez. Sonreí al recordarlo de las mejores maneras; incluso a las que una vez había amado tanto y ahora... No había nada. Tal vez no era mas que otra emoción confusa o la falta de cariño lo que me estaba haciendo perder hasta conmigo misma; pero de lo que si estaba segura; era de que allí no había nada. No me queje; solo volví a sonreír porque sabia que volvería; que vendría a pegarse a mi alma en busca de afecto y yo le daría ese pase. Pero no habría esta vez amor y eso ya no me importaba si lo notaba o no. Si eso daba igual para el ; para mi también. No era rendirme; no era perderlo; no era bajar los brazos; solo era tratarlo de la misma forma que lo hacía conmigo. Sonreí. Sentí su voz a mis espaldas y eso no me hizo sentir vulnerable. Ya no era nada para mi. Nada. Tal vez lo que tanto me había gritado mi cabeza todo este tiempo; era solo eso. Absolutamente nada. Esfumarse de mi interior.
-¿Hola?
-Hola.
Mi voz había sonado de la misma forma que una vez lo había saludado por primera vez. Absoluto desinterés sobre el y todo lo que le rodeaba. Volvía a ser la persona mas seca que fui aquella vez; cuando una persona desconocida no conocía para nada mis actos. Mis formas de tratar a la gente que no me interesaba en absoluto. Sonrió; notando el cambio; pero no dijo nada. Solo se sentó junto a mi en el sillón y suspiro. No le dirigí por ningún momento la mirada; no me interesaba estar presa o no de sus ojos esta vez.
-¿Estas bien?
Seguí con mis manos ocupadas en medio de una obra de arte. El pincel negro ; no paraba de pintar el cielo azul de mi dibujo. Deposite el pincel dentro de un vaso lleno de agua; limpie mis manos con el trapo húmedo y lo deje con la mayor paciencia que tuve. No me interesaba entablar ni explicar nada. Ya no.
-No. ¿Necesitas algo?
Observe sus ojos cafés por primera vez desde que estaba allí y parecía sorprendido. Abrió la boca para decir algo; pero la cerro al instante. Su reacción solo me hizo impacientar el doble. No quería despegar mis manos de aquel dibujo; quería terminarlo cuanto antes y sin interrupciones. Suspire al ver que no decía nada y tome el pincel nuevamente. Di una pincelada gruesa; dejando atrás toda realidad. No podía pensar mas que en el hermoso dibujo que tenia en mente. Volcar toda mi imaginación sobre un papel; era lo mas liberador que tenia. Sonreí al ver como había terminado la mezcla de un cielo oscuro; para comenzar a dibujar las estrellas.
-¿Estas bien?
Suspire y lo mire con el pincel en la mano.
-¿Que quieres? Estoy dibujando.
Rió de una forma extraña al ver que no quería tener ninguna clase de conversación.
-Nada.
Sonrió y se levanto a la espera de alguna que otra respuesta; pero como no vio ningún cambio en mi se volvió señalándome con el dedo.
-Cuando dejes de fingir; llámame.
Esta vez Sonreí mostrando mis dientes; era señal de realmente había dejado de interesarme. Solía burlarme de esa forma cuando la gente le erraba en mis sentimientos u actos.
-Eso no pasara .
Deje el pincel y le deje a la vista mis ojos llenos de desinterés. El me observo algo triste y asintió; con un gesto en la boca que no pude describir. La piel ya no se desgarraba; mi alma no se retorcía y mis latidos seguía igual que tranquilos.
-Te quiero.
Su confesión me sorprendió; pero seguí mostrándome fría. Sentí como acto reflejo la saliva y el nudo que apretaba con fuerza en la garganta. Pero...
-¿Algo mas?
Esta vez si se mostró dolido y miro el suelo por un segundo. Suspiro y se volvió dándome la espalda.
-Es justo...Te cause dolor; te aleje por completo. Pero nunca creí que tu eras lo suficiente capaz de alejarte de mi.
No sabia que significaban esas palabras; pero el sonido de una voz lejana me sobresalto. Sus ojos intentaban encontrarse con los mios a la vez a dejaba el pincel sobre el vaso y miraba el cielo oscuro incompleto de mi hoja. ¿Que diab...?
-¿Hola?
Sus ojos cafés se encontraron con los mios a la vez que se sentaba a mi lado. Me sonrió y su tacto me erizo el pelo de la nuca. Suspire y sentí como mi imaginación no estaba mas que jugando conmigo. Jugando a probar mis sentimientos; como debía actuar en vez de seguir así. Sonreí sarcásticamente y lo mire. Todas aquellas emociones que había experimentado en mi cabeza; se había esfumado de la misma forma que todo lo demás. Sus ojos me intimidaron y su sonrisa juguetona me desconcertó por completo. No podía ser mala allí; no podía tratarlo de la misma forma por mas que lo mereciera. Suspire y me hice presa de su alma. Como siempre. Las únicas palabras que escuche en mi cabeza cuando el toco mi mano; fueron "TE QUIERO" y me las creí .
