TusTextos

Carta de un Ex Novio a Su Ex Novia de la Adolescencia.

Cometí un error al ilusionar tu corazón,
me gustaste el primer día que te vi,
me flechaste quede loquito por tí,
Yo solo buscaba diversión mientras fui yo quien te enamoro.
Esa tarde no pensabas estar con alguien
pero cupido llego para conquistarte
las llamadas se hicieron frecuentes, las visitas inevitable.
A mi me gustaba escucharte al otro lado del teléfono,
pero también amaba divertirme con amigos los fines de semana.
Me daba celos verte con otro, pero también me sofocaba tenerte conmigo.
Quería hacerte mía, esa era la única razón por la que estaba a tu lado.
Pero llego esa maldita noche en la que todo se fue al demonio.
Mi celos llegaron al punto maximo, te trate mal y lo siento.
Sentí que te perdía y eso paso, fue inevitable.
Explote y te lastime y después no supe como hacer para pedirte perdón.
Me aleje y no volví a buscarte, no te merecía. En esta historia eras tu quién merecía que la quisieran al 100%, que la amaran incondicionalmente.
Otra chica llego a mi vida, otra con quien me divertía, otra a quién no amaba.
La lleve a mi cama, a ella y a mil mas, pero siempre sintiéndome vacío.
Una noche volvimos a cruzarnos, estaba con ella y al verte me di cuenta que no me habías superado. Tu ojos se llenaron de lágrimas, quisiste irte, tus amigas no te dejaron.
Mi corazón se rompió en ese momento, pero no tenía el coraje de enfrentarte y decirte cuanto te quería, que necesitaba abrazarte, sentir el perfume de tu piel, el calor de tus labios.
Mis amigos te reconocieron de inmediato, te armaste de valor y viniste a saludarlos, me evitaste, me dolio, te hable y te dije porque a mi no me saludabas, perdón no te ví fue tu respuesta, un simple hola, sin beso, seco y en el aire.
Me quise morir, quería desaparecer. Te alejabas del brazo de tus amigas, ellas no dejaban que te derrumbaras, pero el mundo ya estaba en el suelo.
Volvimos a cruzarnos dentro de la discoteca, intentaba esquivarte pero también quería volver a verte. Nos chocamos entre la multitud, te dije que estabas hermosa y era cierto, como nunca te había visto aunque con cara triste. Me agradeciste e intentaste irte, no quería que lo hicieras. Me dijiste que era mejor que te fueras antes de que hicieras algo de lo cual te arrepintieras, trate por todos los medios de que no lo hicieras, me pediste que te besara y aunque tenía mil ganas de hacerlo me contuve y por primera vez en la vida quería hacer bien las cosas, te dije que tenía novia y no iba a pasar. Diste media vuelta y te marchaste con lagrimas en la cara, me odie por hacerte sufrir pero debía ser así.
Días después volvimos a cruzarnos, otra vez en la disco, nuevamente quisiste irte y no te dejaron.
Que mala suerte la mía, meses sin verte y de pronto todos los fines de semana el destino volvía a cruzarnos.
Esta vez simulaste estar feliz, bailabas libre, hermosa, sin pudores. Los chicos del lugar te invitaban tragos, bailes, intentaban besarte. Estaba tan furioso, no quería que te tocarán, no quería que te miraran, mucho menos que te besarán.
¿Cuantos labios habrían besado tu boca desde que te deje ir?
¿Habrías olvidado ya mis besos? ¿Te habrías olvidado ya de mis brazos?
En un instante te dejaron sola, fuiste en busca de tus amigas y era ahora o nunca. Si quería hablarte ese era el momento, no iba a haber otro.
Fui a buscarte, me interpuse en tu paso y como si nada te dije:
-¡Que casualidad vernos de nuevo!
Tu cara no se inmuto, solo me mirabas. Hiciste un paso hacía el costado para irte. No podía dejarte ir, te tome de los brazos y pude sentir como tu corazón se agitaba y el cuerpo temblaba. Podía sentir que todavía me amabas, te pedí que fueras sincera, que me dijeras si aun me amabas que yo estaba dispuesto a dejar a mi novia por volver contigo. Me susurraste al oído que no me creías, que así como te lo decía a tí se lo diría a ella y estaría con ambas. Que no querías volver a sufrir, que no te buscará. Y te marchaste, un hueco en mi pecho me decía que ya no te volvería a ver.
No se que paso, supongo que nunca superaste la última charla. Llego el día de mi cumpleaños y esa tarde el teléfono sonó, nunca hubiese imaginado que eras tu.
El corazón me explotaba de alegría, me saludaste y te invite a mi casa. Estaban mis amigos, los de siempre, los que ya conocías. En un primer momento me rechazaste, por mi novia, te dije que ya no estaba con ella, que estaba solo y aceptaste.
No creía que vinieras y al rato sonó el timbre en casa, eras tú. Tan linda como siempre, con esa sonrisa que me enamoraba y ese cabello que adoraba.
Nos tomamos unos minutos para estar a solas. Pero otra vez el idiota volvió a arruinarlo todo, volví a demostrarte que era el mismo tonto de antes, solo quise llevarte a mi cama. Comencé a besarte con pasión, estaba sediento de tus besos. Mis manos recorrieron todo tu cuerpo, pero en lugar de darte seguridad y solo disfrutar de tenerte conmigo y dejar la intimidad para otro momento, lo eche a perder y te hice sentir mal y huiste de mi casa, saliste corriendo junto a tu amiga sin saludar a nadie, sin mirar nada.
Me prometí a mi mismo no volverte a buscar, no volverte a lastimar y dejar que fueras feliz con alguien mas.
El invierno paso para darle paso a la primavera y volví a verte, nos cruzamos en la calle como la primera vez, solo que esta vez no eramos extraños, ya habían pasado miles de cosas entre nosotros.
Intente besarte olvidando todo lo pasado, queriendo comenzar de 0 y evitaste mi boca. Cruzamos algunas palabras y tu amiga menciono lo que no quería escuchar. Alguien mas estaba en tu vida, alguien mas besaba tu boca, miraba tus ojos, tocaba tu piel y te había hecho mujer. Alguien mas te valoro como no lo hice yo.
Esa fue la última vez que te ví, conocí otra mujer me dio una hija preciosa a la cual amo, pero nuestra relación no funciono, nos separamos. Mientras estaba con ella me llego tu mensaje por facebook, deseandome un feliz cumpleaños, evite contestarte pero me alegro saber que no me habías olvidado. No comprendí porque lo enviaste, ¿Me extrañabas? ¿Querías volver conmigo?. No lo sé, pero mi pecho exploto de alegría al saber que aún me pensabas. Lo deje pasar, no quería volver a equivocarme.
Pasaron los años y yo estaba otra vez solo, sin tí, sin nadie. Sentía que la soledad me pesaba, no me gusta estar solo y volví a pensar en ti. Me encontré buscándote en las redes, mirando tus fotos. Seguías con él, nunca flaqueaste, siguieron juntos por mas de 10 años y yo pensando que esos 10 años podría haber estado yo en su lugar, eso si no hubiese sido tan estúpido e infantil.
Me decidí, te envíe una solicitud por facebook, tenía la ilusión de que me aceptaras y que por mas que siguieras con él pudiéramos ser amigos.
Me aceptaste y salte de la emoción, explotaba de alegría, sentía los latidos de mi corazón golpeando mi pecho. Me temblaban los dedos al escribirte, fuí el hombre mas feliz al saber que no tenías rencor alguno para conmigo después de todo lo vivido.
Creí que podría manejarlo, pero no... no pude. Esa última charla a las 4 de la mañana en la que dejamos salir todo lo vivido me hizo dar cuenta que ni siquiera merecía tenerte de amiga. Me engañaba a mi mismo al pensar que podía tenerte a mi lado de la mano de él sin que me molestara, comerme mis celos de ver como él podía tocarte y besarte y yo no, hablamos de como nos separamos y de todas las cosas malas que hice y de como te lastime. Después de esa charla lo pensé demasiado y tome la decisión de borrarte para siempre de mi vida.
No volvimos a hablarnos mas, volví a estar con alguien. Ella me dio un bebe precioso, soy feliz o al menos lo intento. Pero quiero que sepas que aunque pase el tiempo siempre voy a estar pensando en tí, deseando que te hagan feliz y que te den todo el amor que yo no pude o no supe darte. En el silencio de mi alma llevare tatuado tu nombre, tus besos, tus caricias y un te amo que nadie puede saber, ni siquiera tú. Ese es mi único secreto, el amarte en silencio.
Vampiresa18 de julio de 2018

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