Hasta que El Destino Nos
Vuelva a Juntar
Se cruzaron en la entrada de un bar
Aflorando miles de recuerdos
Sonrisas tímidas, encuentros incesantes, miradas cómplices
Charlas cortas pero con un sinfín de sentimientos.
Se gustaron de pequeños, se buscaban en cada oportunidad que tenían, ella quería estar con él y él con ella.
Nunca supieron derribar la barrera de la timidez, nunca pudieron hablar del gran amor que se sentían.
Los años pasaron y tuvieron que convivir durante los últimos años de la secundaría.
La vergüenza seguía en el aire, podían verse el uno reflejado en los ojos del otro.
Él no podía evitar ponerse celoso cada vez que la escuchaba hablar mal de su novio, sentía ganas de abrazarla, de consolarla, de decirle que él no la merecía, que era demasiada mujer para ese chico. Quería ir y golpearlo, gritarle a la cara lo afortunado que era de tenerla a su lado, pero no se atrevía.
Ella sentía su protección, aunque no se hablaran ni tocaran, con solo una mirada él le demostraba cuanto la quería y la cuidaba.
La vida los separo, cada quien siguió su camino y tuvo su familia.
Esa noche el destino quiso que volvieran a verse.
Chocaron sus cuerpos en la entrada del bar, como un magnetismo que era inevitable, una química que seguía intacta, chispas que sobrevolaban en el aire.
Se observaron nuevamente, con años de más, algunas canas, pero esa sonrisa inconfundible.
Ella se disculpo sin saber bien quién era, hasta mirarlo fijamente y darse cuenta que era él, su amor adolescente.
Él la reconoció de inmediato, su corazón comenzó a palpitar tan fuerte que creía que lo oirían todos los que estuvieran a su alrededor.
Con una sonrisa ella se dirigió hasta la barra del bar, él tomo su muñeca, como por instinto, la arrastro hasta chocar sus cuerpos y sin mediar palabra, con una mano sobre su nuca y una en su cintura, la beso suavemente, con dulzura, haciendo de ese beso algo inolvidable.
Fueron solo unos segundos, pero bastaron para sellar todo esos hermosos recuerdos del pasado.
Casi sin aliento él susurro:
- Nunca te olvide& espere tantos años para tener un beso tuyo, ahora puedo dejarte ir.
Ella con un hilo de voz y mirando sus hermosos ojos color café le dijo:
- Hasta que el destino nos vuelva a juntar.
