A mi Niña-mujer
Mi niña es hermosa
desplegando sus alas,
cuando turbo sus ojos
ella deja en despojos
la suma de mis carnes
y me entrega la vida
que florece en sus labios
a los labios del hombre
que la va deshojando,
su belleza me inspira,
ronda al verse perdida en la piel de mis brazos.
Entonces, así procura,
mantener bien distante,
la razón y la cordura
que dependen del arte
de saber donde ocurre
a pesar del cumplido,
desterrando al cupido
de mi amor delirante,
una vez mas se notan
dos, en una lengua unida,
¿Nadie observó la roca por una flor prendida?