Apologia
APOLOGIA PARA QUIEN PIERDE EL TIEMPO DE LEER
Acto 1 Ella
Afuera un vendaval arrasaba las hojas de los árboles, las piedras cedían al paso del empuje mágico del viento, hojas caídas, amarillas, vencidas por el otoño se arremolinaban como surcos de espirales semejando pequeños remolinos vacíos, un poco allí, otro aquí, la naturaleza desatando la gravedad en un constante ir y venir, era toda la tarde de un sábado caluroso, la naturaleza caprichosa de la fuerza del aire contra los pensamientos de ella.
Ella observaba pero muda, taciturna, rememorado cuanto de bien dios le había concedido, lo tenía todo, amor, casa, madre y trabajo, pero pensaba acerca de cosas inexplicables, existía en su vida ese dilema de la mente y el corazón, tenía motivos suficientes para hallarse sonámbula por motivos mas puros pero no imprescindibles ¿ podría existir algo que la hiciera dudar?..si, existía en su entorno una sombra extraña, un amor diferente, incluso llegó a sospechar si era otra prueba de dios, otra carga para sus hombros que debía llevar.
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Sus ojos como perdidos por encima del paisaje, sus brazos apoyados al dintel de la ventana, no reía, si acaso de hito en hito las comisuras de sus labios se despegaban entre una risa apagada y otro pensamiento abordado con el conjuro extraño de aquella tarde amarilla por la puesta de sol, uno de los meñiques, juguetonamente se fue a perder entre los labios de la hermosa, para quebrar luego en minúsculas esquirlas la uña renaciente, era fuerte la concentración del pensamiento que apenas ella notó la sangre, su blusa contraída sobre el espacio abierto ocupado se balanceaba con y contra el viento juguetón, edad de rostro juvenil, edad en que el primer amor pasó como pasan las cosas cuando son del alma, volvió a reír y a contenerse, hizo el ademán del tono negativo, dudoso, ella solo pensaba para si, desde chica sufrió cuando su madre perdió la ilusión por los hombres, vivió relegada y sufriendo la distancia de su padre, con siete años hizo el crecimiento al catecismo, con ocho años ya cocinaba y con doce aun no tenía a quien hacerle la pregunta del periodo, supo a los dieciocho que el monte de Venus no era la montaña del oriente sino la parte inexplorada de su cuerpo.
Un día la madre apareció de pronto mejor digamos que recobró la conciencia por la hija como de pronto también ella comprendió que había crecido demasiado como para tener su corazón vacío de nuevo entonces decidió casarse y ser feliz como aquellas princesas de cuentos infantiles.
Acto 2 El
A lo lejos una mirada taladraba el techo de una habitación, El jugaba a recrear tornados de recuerdos escuálidos recostado sobre el piso, allá donde la mente llega a tornarse peligrosa para quienes no desean esa felicidad limitada que se concreta al uno, a él.
De sopetón alguien irrumpió en su habitación, alguien mayor que el, de pensamiento profundo y poderoso, pasos cortos cansados le arrastraban al interior del cubículo, aunque vencido por el peso que el dios cronos puso sobre su propio cuerpo le decían abuelo Utia, quizás porque el apócope le caracterizaba, quizás porque los jóvenes le acortaban el nombre, dígase mejor abuelo Urrutia aunque los años le pesaran como cadenas atadas al piso, era una andamiaje humano de voz fuerte, grave, armoniosa, abuelo suspiró luego dijo
--¿qué piensas?-
--pienso en ella abuelo, en como debo actuar para que ella me acepte-, contestaba el-
.en lo que debo hacer para que sea mía pero sin que existan dolores en otras personas que también le quieren.
¿Sabes?, -dijo el abuelo mientras exponía el cabo del tabaco a un rustico encendedor-, los pensamientos se componen de una carga material y otra espiritual, se proyectan sobre los que pensamos, ¿entiendes?
con un buen pensamiento puedes construir buenas acciones y con uno malo puedes hasta destruir a quien mas quieres
-pero no comprendo bien abuelo-dijo el muchacho mientras giraba el torso como para sintonizarse con su matusalénico abuelo, luego como cortándolo le comentó con palabras menos estudiadas
-Es que no se a donde quieres llegar abuelo-
Quiero llegar a explicarte lo que debes hacer pero no me dejas, -¿continuó?-
..un silenció mas crudo se hizo dueño de la habitación pero el viejo siguió sin esperar respuestas
-yo podría decirte ahora que me traigas un cabello de ella y algunas cosas mas pero no estarás a tono con el universo en que vives, me refiero a que para que exista amor debe existir el Si, Quiero pero de ambos, muchas de mis formulas son aplicables a aquellos que creen sentirse felices con estos actos mágicos pero no es así y tu lo sabes
..la voz carrasposa hizo un eco en torno del catarro acumulado por el tabaco y como aclarándose la garganta confirmó;- De que valdría que fuera tuya si ella debe enfrentar a otras personas y tu no, vez el aspecto simple de esa situación y yo diría que estás en un agujero rosa,
-¿agujero rosa?
-si, como te digo- el viejo esperó a proseguir pero tenía la frase adecuada para la pregunta que causó su comentario.
-¿qué es un agujero Rosa? -preguntó el muchacho intrigado.
El viejo prosiguió-un agujero rosa se nutre de muchos deseos frustrados frente a personas o cosas que uno desea tener a su favor, el simple hecho de no alcanzarlas te consume las aspiraciones personales, te hace vano y superfluo, entonces comienzas a formar parte de la otra parte de la balanza universal, del lado negro y destructivo.
¿Pero es que acaso tu te refieres a que el amor tiene que ver también con la mística?-exclamó el muchacho.- ¿Qué tiene que ver una cosa con otra, que tiene que ver lo que yo quiero frente a lo que tu sabes del universo?
Mucho, -sentenció el viejo-tiene mucho que ver puesto que según me dices ella hizo un juramento que aunque fuese vano debe cargar con el peso de sus actos entonces si ella te diera espacio dentro de su corazón alguien debería salir, para que la balanza estuviera conforme esa persona que se marcha debe sentirse excluido y aceptado, la primera crea otro conflicto que es saber si el lo aceptará y la segunda crea el conflicto entre las personas que dependen de las emociones de el y las emociones de ella
pero el joven seguía sin comprender e increpó al viejo..-¿Acaso el amor no es mas que una lucha de intereses donde hay conflicto de todo tipo?-
-Puedes creer lo que te propongas-comentó el anciano como quien comienza a discursar-
aunque eso solo engrosará más tu agujero rosa y caerás en tus propias cavilaciones sin poder salir de ellas. Recuerda que vivimos en un mundo lleno de vibraciones, allí donde hay vida existe posibilidad de mutación natural, acaso lo que yo hago con mis santos no es parte de ello, yo trabajo con vibraciones, mientras mas las conozca mas puedo lidiar con ellas aunque las mayorías son degenerativa,¡ tu sabes!,
.ah pero tu has visto algunos religiosos que iban a mi casa a pedir consejos y luego, observa su cuerpo, presentan desgastes por la ley de la causa y del efecto,
-Mira mijo, te diré algo más,- ¿Tu sabes qué cosa es la tienda de la vida?.... el viejo apuró de nuevo la mecha para encender el taquito.
-No abue, qué es dijo el muchacho.
- la tienda de la vida es aquella tienda del destino donde uno entra y puede adquirir los artículos mas variados, los placeres mas sublimes, las cosas mas caras pero una vez que deseas algo debes cambiarlo por algo que quieres, algo íntimo, personal, algo allegado como la salud de alguien, la vida de alguien, un ojo, un brazo, depende, entonces puedes ver a personas que se sienten infelices ya que siempre anhelaron algo y cuando lo alcanzaron les ocurrió otra cosa con el tiempo, por ejemplo; el hijo se le murió, el brazo se le partió, la pierna se la cortaron, siempre es algo, por eso los Hindúes decían que la mente es como un caballo , si logras dominarla alcanzarás muchos frutos pero si se te desboca lo puedes perder todo, ¿entiendes?.....bueno, espero que entiendas por ti mismo.-
El abuelo tiró el resto del tabaco sobre el cenicero improvisado de su mano, luego marchó despidiéndose con un- ahora vuelvo -
Acto 3 Final Abierto
El muchacho no dudó que en la respuesta estaba la solución pensó para si mirando la puerta del cuarto como si fuera el pariente que suple al abuelo, luego leyó en voz baja una frase impresa en la revista de tirada provinciana acomodada sobre la mesita de noche,.-
A veces cuanto mas apego sientes por algo es cuanto con más fuerza debes desprenderte de ello para probarte a ti mismo que estás conciente y vivo, cambiar el destino puede traerte consecuencias, con esta vida que vives pruebas que puedes vivir, pero
podrás vivir en paz con el karma que creas concientemente?
