Deje brotar cada sentimiento, como el río
deja fluir sus aguas al mar.
Sentí como se deslizaba cada lágrima sobre mi rostro,
como se siente la lluvia caer desde aquel gris cielo en
la plenitud de cada otoño.
Me mecí en la melodía de esta canción
creyendo que tus brazos me acunaban
en esta calida sinfonía.
Y como en cada otoño de los árboles caen las hojas;
experimente cada uno de mis más intensos sufrimientos,
cada milésima de mi ser estallaba entre la ira y el dolor.
Viví mi propio calvario por no querer afrontar
la sinceridad que implícitamente dejabas al libre albedrío.
Presentí que cada día que transcurría el abismo
se acrecentaba a paso agigantado.
Carecí de valor para establecer los vínculos predeterminados
por temor a ser rechazada, guardando siempre una esperanza.
No pretendí que sintieras a mi par,
solo que te permitas sentir sin restrinciones,
sin preguntar el porque
Porque los sentimientos carecen de lógica,
porque si dejamos de ser uno mismo,
se pierde la esencia del alma.
Porque en cada frase fui dejando el intento
que comprendas que únicamente quise amarte.