Red Sonata
Tú tocabas aquella roja sonata.
Yo miraba por el cristal.
Yo perdía la pasión y tú la paciencia.
Y nos cansamos de jugar a ésto.
Y así continúan las cosas.
Tú en tu palacio de domados y atentos sirvientes
Yo en esta orilla donde nadie escucha mi voz.
Igual de solos ambos
Pero ahora ya es de noche.
Tu sonríes mientras ves las estrellas,
y yo estoy demasiado cansado para saber
porque estoy triste.