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La Camarera

Tengo cuarenta y siete años acabo de salir de una relación sentimental que ha durado tres años. La rotura no ha sido traumática, ni violenta, ni tan siquiera depresiva. Esta última relación va a dejar en mi vida una marca igual o más que el resto de las que he tenido la suerte de disfrutar con otras mujeres. Con todas mis anteriores mujeres siempre he acabado siendo el mejor amigo, incluso en ocasiones si ellas han rehecho sus vidas con otros hombres me han llamado para contarme sus problemas; los reencuentros en algunas ocasiones han acabado en sexo.
Religiosamente me considero un gnóstico, con el anhelo de llegar al gnosticismo completo. Una de las variantes de la doctrina gnóstica, propone que a la vida no venimos para aprender, sino que venimos a disfrutar, por este motivo siguiendo esta enseñanza en todas mis relaciones he disfrutado y procurado que mi pareja en este momento también disfrute, no solo del sexo, sino que de todos los placeres, todos los dias que pasamos juntos.
Hace seis meses que Marian y yo ya no estamos juntos, he vuelto a mis fines de semana de noches locas, que empiezan los jueves por la tarde y acaban los domingos a la noche.
Mucha gente dice que firmarían por volver a tener dieciocho años, yo firmaría por quedarme en esta orquilla de los cuarenta, soy de la opinión que la mejor edad del hombre son los cuarenta años, ahora estoy físicamente y mentalmente en el mejor momento de mi vida.
Los fines de semana salimos una cuadrilla de singles, donde todos, tanto mujeres como hombres aparentamos estar libres de perjuicios, el tiempo que llevo con esta cuadrilla me ha demostrado que ésto es solo apariencia, sobre todo en las mujeres.
Me gusta bailar, según dicen las chicas del grupo bailo muy bien, la mayoría de las mujeres de la cuadrilla me buscan para que baile con ellas, ésto es motivo de que algunos de los chicos tengan celos y no les caiga bien.
Nos recorremos todos los bares de las calles Mazarredo, Alameda de Urkujo y otras calles de Bilbao, buscamos los bares donde pinchan la música que nos gusta a la cuadrilla. Antes de empezar las noches, tenemos tres sitios de quedada que seleccionamos por SMS, todavía no existía whatsapp, los bares donde quedamos son; el Sohoo, el Garo café, el Mo´r O´rless, mas otro que voy a cambiar el nombre para no molestar a terceras personas.
A este último bar le voy a nombrar como el bar Ribera, aquí trabaja una camarera que es la chiquilla mas bonita que he visto nunca, tiene 20 años, es una mezcla de razas, según dice ella; su abuelo es japonés, su abuela africana, su padre hawaiano y su madre vasca, imaginaros esta mezcla, sus rasgos faciales son de una belleza espectacular.
Cada vez que entramos en este bar todos la admiramos, las mujeres reconocen su belleza, a nosotros los hombres se nos cae la sonrisa hasta los suelos, el nombre de esta mujer también lo voy a cambiar la voy a llamar Zuriñe.
Zuriñe habla con todo el mundo, además de hermosa es simpática, también es muy independiente, está estudiando una ingeniería a la vez que trabaja en el bar los fines de semana.
Tengo que recocer que esta Diosa de la hermosura a mi también me gusta y me atrae.
Zuriñe como muchos fines de semana viene al lado de la barra donde esta mi cuadrilla, siempre estamos alegres y de cachondeo. A partir de la medianoche en la otra esquina del bar frente a la nuestra, monta un disc jockey su mesa de mezclas, es un jovencito mundakés: conozco a su familia: ésto me da confianza para pedirle música de mi gusto, soy un Rock and Rolero.
No me avergüenza salir a bailar, me acompañan algunas de las chicas y un par de chicos más del grupo.
Zuriñe, siempre busca un momento y deja solo a su compañero de barra para salir a bailar con nosotros y conmigo, Los movimientos de Zuriñe, son sensuales y armónicos, posee un precioso cuerpo, cuando su pelo largo pasa rozando mi cara, el olor de su perfume me excita, cuando la cojo por la cintura aun me excito mas, mientras ella ríe y ríe, yo sonrío y sonrío.
Podría ser su padre, pero ¡que hombre no va a soñar y tener ilusiones con hermosas mujeres como ésta! Soñar con esta mujer es libre y muy placentero.
Siempre he seguido la frase que se le atribuye a Napoleón, "decía que a las mujeres y a los gatos si les haces caso te ignoran, si las ignoras, entonces te ronronean"
Siguiendo esta frase hago como si todo este juego a mi no me afectara, a diferencia de mis compañeros que la buscan e insisten en buscarla, Zuriñe poco se deja encontrar.
Siempre que estoy en la esquinita de su barra con el resto de mi cuadrilla, ella viene a mi encuentro, se ríe mucho con mis comentarios, también tengo que decir que soy un payaso, si encima estoy fuera de mi entorno y no me conoce nadie, entonces sin miedo al que dirán, mi vena de payaso se crece.
Un jueves; sucedió sin buscarlo yo, quedamos toda la cuadrilla en el bar Ribera, serian los 9,30 h de la noche, soy el primero, todavía no ha llegado Zuriñe a trabajar, su compañero me dice que entra a las 10,00 h. Hay muy poca gente en el bar, me estoy tomando una copa de vino mientras hablo con Marcos, el compañero de Zuriñe.
Son las 9,35 h. y aparece la Diosa, Zuriñe.
.- Hola Aitor, hola Marcos.
Nos dice a la vez que me da dos besos de saludo en las mejillas y estirando el cuello desde el mostrador Marcos y Zuriñe, se saludan de igual manera.
.- ¿Qué haces tan pronto por aquí, si tu hora de entrada es a las 10,00 h?
Le pregunto sin perder la sonrisa.
.- Estaba sentada en el parque esperando la hora, te he visto y he venido hacerte compañía, mejor esperar aquí contigo que sola en el parque.
Esto para mí que soy un hombre ya maduro es todo un halago y encima que me lo diga esta preciosa chica es doble halago.
Por cortesía le pregunto si quiere beber algo, ella con su preciosa sonrisa me responde.
.- No Aitor, para aguantar toda la noche, solo bebo Red Bull y Coca Cola, ahora no me apetece nada.
Van llegando amigos de la cuadrilla y nos vamos juntando en nuestro rincón.
En este bar Ribera, hay dos plantas, en la planta baja está el bar y la pequeña pista de baile y en la planta superior están los baños, femeninos y masculinos, el almacén y un cuartucho donde se cambian los empleados.
Son las 9,47 h. tengo ganas de ir al baño.
.- Chicos, voy al baño.
Según empiezo a encaminarme para subir las escaleras, escucho a Zuriñe decir.
.- Chicos, yo me voy a cambiar os veo luego.
Zuriñe me alcanza y subimos las escaleras en paralelo, vamos como dos adolescentes jugando y con risas hasta que hemos llegado al rellano, ella entra en el cuartucho vestuario y yo en el baño. Mi tiempo en el baño apenas ha durado tres minutos, al salir tengo que pasar por el vestuario, la puerta está abierta, miro al interior y Zuriñe esta desnuda de cintura para arriba, veo sus pechos firmes de pezones pequeños, me apetece tocarlos, son preciosos, la miro, no se qué decir, parezco un niño adolescente en la puerta mientras ella me habla.
.- Aitor de aquí ¿a donde vais a ir?
.- Pues no lo se, cuando estemos todos lo decidiremos, seguro que primero iremos a picar algo, la noche acaba de empezar.
Zuriñe empieza a soltarse los botones de los pantalones vaqueros y me sorprende.
.- Pasa y cierra la puerta que me van a ver.
Como un chiquillo entro cierro la puerta y me siento en un pequeño banquito que hay en el vestuario, sus muslos me quedan a tan solo unos 30cm. de mi cara, parece mentira que una chiquilla tan joven me anule, debo de parecer un tonto por que ella se ríe.
La piel de Zuriñe es morena, tersa y de terciopelo. Como un autómata estiro mi mano para acariciarla, ella me deja que acaricie sus piernas, y su sexo.
Su sexo, con el vello pubico al natural, me queda a la altura de mi boca, suavemente le voy quitando su tanguita y acerco mis labios a su sexo para besarlo, huele a sexo y a hembra.
Con su tanga suspendido en sus rodillas, beso su sexo, lo adsorbo, lo bebo, mi miembro esta tan duro que parece que van a reventar los botones remachados de la bragueta de mis vaqueros. Zuriñe gime suavemente, estos gemidos me excitan mas, me levanto para llegar a besar su boca, la como a besos y ella a mi también me devora, noto como su pequeña mano juega a soltar los botones de la bragueta de mi pantalón y la hebilla del cinturón, me agarra el miembro, mis manos son autómatas, una acaricia su sexo, la otra sus senos, luego alternan y bajan hasta sus nalgas, la devoro con mis manos y mi boca.
Entre gemidos y susurros ella repite mi nombre.
.- Aitor, Aitor, Aitor.
La agarro por la cintura y le doy la vuelta, ella se agacha y queda mirando al suelo con las rodilla ligeramente flexionadas, ahora sus nalgas y su sexo me quedan a la altura de mi pene, me agacho para volver a besar su sexo y ano, me enderezo y suavemente la penetro.
Joder ¡qué calor emana su sexo! lo siento muy caliente, me agarro a sus nalgas como un gato se agarra con sus uñas a los árboles, la aprieto mientras nos movemos rítmicamente y compasados.
Dioses del universo, que piel, que hermosa, que calientes están sus muslos, que frías sus nalgas, después de unos minutos a un ritmo compasado y lento, se incorpora Zuriñe para volver a besarnos y mordernos, ahora yo me siento en el banquito y ella encima mío, cara con cara, boca con boca la vuelvo a penetrar, comenzamos otra vez a movernos en una danza sexual de ritmo acompasado, no tengo conocimiento del tiempo que llevamos en el cuartucho, nos estamos vaciando, los dos entre, sudor, gemidos y abrazos, permanecemos así abrazados, besándonos y dándonos mordiscos suaves, dulces y juguetones, no se en que minuto subí las escaleras con Zuriñe, a debido de ser poco tiempo, a mi me ha parecido tanto.
Nos levantamos los dos remolonamente, ella comienza a vestirse muy tranquila, yo me subo los pantalones, ella ahora para trabajar en el bar se vuelve a poner su tanga, un culote, yo la observo mientras se viste, si no estaríamos donde estamos, como me apetece volver hacer el amor con ella, en otro lugar, mas tiempo, mas pausado y mas romántico. Se viste con un sujetador deportivo, una camiseta muy ajustada y una mini, mini falda, me da un beso y me dice.
.- Vete.
Se que soy un hombre en el concepto de género, pero hay mujeres que te enseñan a ser mas y mejores hombres.
Llego a nuestro rincón, pido una Coca Cola, la bebo de un trago, tengo sed.
La cuadrilla me apremia, tienen prisa por empezar la noche,
.- Joder Aitor, cagao se viene de casa.
Me dice uno de los graciosos, mientras vamos saliendo del bar. Para mí ya ha empezado el mejor fin de semana de mi vida.

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Alvaro Villa Rey
Villarey21 de abril de 2014

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