Sentía su respiración en mi cogote y corría más deprisa, intentando escapar. Se que el mundo es un espacio sin atajos y amo la vida más que nadie. He perdido la creencia en un dios que nos ha dejado desamparados, a merced de nuestros miedos en un universo hostil y desolado en el que todo parece un páramo de tierra quemada.
Mi huida es un viaje probablemente sin retorno, a un campo de batalla donde los cuervos se alimentan de los ojos de los cadáveres y los vivos manejan las miserias de los demás a su antojo.
La desolación habita los campos y riega de despojos, los sueños de seres humanos, perdidos en sus incertidumbres y en sus miedos. Quizá nunca nunca el hombre sea capaz de alcanzar la grandeza, que pudiera haber llegado a tener si hubiera sido humilde y no se hubiera sentido el dueño del universo.
Hemos malversado los fondos que nos ofreció la tierra y ahora nos hace pasajeros de un viaje a la miseria de nuestra propia dicotomía, esa que nos hace ángeles y demonios a la vez.
Como mariposa perdida en un huracán, siento pasar el tiempo, sin alcanzar a ver el final de una historia en la que parecemos, los habitantes del corredor de la muerte, con nuestras alas pintadas de naranja y una bola de acero que sirve de ancla a nuestras débiles patas. Intento libar del cáliz de una flor hermosa y atrayente, que me llama y que al final se convierte en una planta carnívora que me atrapa entre sus fauces.
La parca sigue pisándome los talones, pero a las ocho de la tarde me asomo al balcón, junto a mis miedos, las almas perdidas, los sueños que se fueron, las ilusiones que perduran, los espectros de las noches de verano y los inocentes que han de heredar este mundo.
Es en esa hora mágica, cuando todos saludamos a la vida y a los que siguen defendiéndola y los balcones de toda España se llenan de aplausos.
Con la muerte en los talones, rápidos como la pistola más rápida del oeste, ellos trabajan!!.
Aplausos!!!, y a vos Voltereta por este texto.
Saludos cordiales.
Somos prisioneros de nuestras pasiones y desenfrenos, inocentes a la hora de matar y verdugos con la ternura. Es por dado que la humanidad fue, es y ¿será así en el futuro?
Se disfruta leer tus buenos textos.
Saludos.