Cuando era niña, la tía Sara la llevaba a la feria. La arrastraba entre la multitud en el bandejón central de la Avenida Argentina, atada al asa de su bolso de rafia. Ella nunca vio caras, sólo torsos y piernas, carteras, mallas de frutas y flores, todo lo que alcanzaba desde su poca altura. Caminaba angustiada en el temor de perder el agarre del asa, los gritos de los feriantes aturdiendo sus oídos en las entrañas mismas del lugar. El día en que se soltó y se extravió, juró nunca más volver allí. Veinte años, un marido y dos hijos después, es ella quien sostiene el asa y otros los que cuelgan de ella.

FIN.

N. de la A.: Éste cuento lo envié al concurso "Cuéntame Valparaíso"... y no quedó seleccionado. :(

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4 Comentarios

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  Nigth14

  bueno, el texto es lindo pero hasta ahí; supongo que si querías que te seleccionaran debiste esforzarte un poco más jeje.
  
  sin embargo en lo particular a mi me ha gustado :)
  
  saludos!!

  04/09/10 10:09

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  Winchestermcdowell

  El desafío era contar una historia sobre Valparaíso, anécdota o ficción, en menos de 150 palabras. Me gustan los microcuentos así que participé.
  Gracias por leerme y comentar y qué bueno que te ha gustado.
  Saludos a tí también.

  05/09/10 03:09

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  Deox

  Amiga...
  me encanta tu historia...
  tal vez porque alguna vez fui el niño del asa...
  por suerte nunca me perdi...
  
  el realismo de tus textos es bastante bueno...
  
  abrazos grandes para ti...suerte

  07/09/10 09:09

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  Winchestermcdowell

  Gracias, Deox.

  07/11/10 12:11