Cuando tú me miras y yo te miro, se para el tiempo. Nuestros corazones unidos al unísono, latiendo a la vez. Marcando el ritmo del compás de las agujas del reloj. El mundo sigue girando a pesar de que nuestros corazones se convierten en uno solo. Sentir antes de besarnos, como la canción de nuestros corazones pasa al ritmo de taki taki, y las ganas de besarnos se convierten en acción. Mientras nuestros labios se rozan, el mundo sigue dando vueltas, pero el tiempo se para y entramos en nuestro nosotros en el mundo.