TusTextos

Ángel Negro

El asesino hizo un último escaner al recinto,
sólo para descubrir la irónica existencia de otro ente.
La llegada de su verdugo era delatada por un espejo
situado en la pared más triste de la oscura habitación...

La penetrante mirada se incrustó en la intensa negrura de sus ojos,
un matiz tan profundo que parecía taladrar su rostro.
La fragilidad de su mano provocaba el morbo de imaginarla
en cientos de pálidos trozos, fragmentada, producto de la brisa más leve;
sin embargo, se dirigió sin titubeos,
de forma sólida ante su peculiar bastón.

...¡Qué ironía!, toda una vida dedicada a exterminar,
para acabar víctima del más grande asesino en serie de la historia...

El miedo recorrió su espalda, al encontrarse frente a frente
con la muerte personificada, y se ocultó en su pecho,
congelándole definitivamente su ya helado corazón,
con un frío tan intenso que simplemente frustró su intento de escape.

La complicidad de su silencio fue violentada
por el susurro de su inevitable final...
Su verdugo, de la forma más angelical que él había presenciado,
ignoró la preocupación y se dispuso a continuar con su rutina...

Sintió la culpa inundar su mundo, limitando en el reinado de sus pensamientos
hasta el colapso de cada uno de sus recuerdos,
mientras el ya gastado cuerpo elevaba sus huesudos brazos
hasta alcanzar su máxima extensión,
con el filudo instrumento dispuesto a terminar con su trabajo...
El desalmador serial se encontró perplejo ante su “pre-victimario”;
siempre había preferido un suicidio, antes de morir por el peso de la culpa.

La silueta se marcó en trazos plateados,
dibujados por el brillo de la luna de trasfondo,
delatando a la mayor expresión de libertad, disfrazada de plumaje negro
detrás de cada erguido y brillante hombro.

La túnica color noche se iluminó con la clásica estela de lágrimas rojas
que se esparcían por toda la tenebrosa habitación...
La luminosidad del arma se opacaba lentamente con la tristeza de la víctima,
al igual que el piso, donde cayeron ambos cuerpos.
Una vez cometido el atroz acto.
Golpe seco, que salpicó las paredes y destrozó al único testigo del crimen.
La sangre exploraba el piso, mientras caían encima
miles de refractantes pedazos del espejo de la ahora desalmada habitación.

Innumerables asesinatos, millones de agobiantes tormentos...
Posterior al aprender a vivir en compañía de la culpa,
sólo restaba terminar con la última amarga existencia;
No quedaba más que abandonar el oficio
y terminar con el mítico “Ángel Negro”...
¿Y quién más apropiado para este fin que él?,
Él, que se ha apropiado el derecho de decidir entre la vida y la muerte
desde el comienzo de la historia...
... El problema ahora es quién continuará con su lúgubre tarea...




Günther Semler
27/05/08 .
Yinter27 de noviembre de 2008

5 Comentarios

  • Aroint

    Me ha gustado mucho el planteamiento de tu relato Yinter... este desdoblamiento a nivel interior me ha parecido algo excelente.

    Saludos.

    27/11/08 03:11

  • Nigth14

    me ha gustado, manejas la muerte en un tono macabro y adosado con letras que riman perfectamente entre la oscuridad de los p?rrafos, saludos estar? pendiente de lo qu escribes :)

    28/11/08 04:11

  • Zien

    Me record? a Poe, que m?stico relato, con un manejo del tiempo, que hace imposible parpadear. Un abrazo Yinter.

    28/11/08 10:11

  • Abyssos

    Una trama quiza muy personal, el personaje asesinandose a si mismo... o a su ego, que bien podria ser como morir fisicamente.

    Denso, oscuro y dificil de asimilar... has creado algo digno de volver e leerse y reflexionar.

    29/11/08 02:11

  • Unsilencioquenocalla

    Hola G?nther: aqu? estamos. Aprovecho esta oportunidad para felicitar nueva y p?blicamente tu talento literario a tan temprana edad. Eso me hace esperar que logres pronto un gran ?xito en las letras, ojal? que el estudio y la capacitaci?n de alguna carrera universitaria no te quite ese talento...

    01/12/08 04:12

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