Te escribo estas palabras con la ilusión que sean destapadas por ti.
La vida es caprichosa y egoísta y se ha encaprichado de ti.
Te abraza y empuja. Hoy Quisiera ser creyente rezar y rezar, pero la verdad es que sería como el dicho solo te acuerdas del paraguas cuando llueve, y no sería justo. Se lo pido a la vida que te suelte y te comparta, que entienda que llevarte es matarte y no amarte.
A la vida le digo que se equivoca, que está loca. Te estruja y golpea tu corazón sin razón, no entiende que es lo más grande de ti, y que el tiempo le quitará la razón, pues sin duda no conoce la fuerza de tu corazón.
Hace ahora una semana fuiste un gran apoyo para mí, y tus palabras fueron justo el antídoto para ese momento de dolor. Querida profesora, compañera y amiga te pido que te aferres al mañana, que hagas que tu corazón siga sacudiendo con fuerza a la enfermedad, que ella sepa de tu terquedad y que de esta vida tú no te vas.
Susúrrale y dile al oído que espere, que no es justo que te lleve con el poco tiempo vivido. Acaríciala hazle sentir el calor humano, que sienta tus manos, que advierta lo tanto que la amas, pero sobre todo dile que espere a mañana, y siempre mañana.
Esta es mi forma de darte un fuerte abrazo, te envuelvo en palabras de ánimo con todas la fuerza de la que dispongo, ten por seguro que tus compañeros darían parte de sus días de vida para que tu pudieses disfrutar de toda una vida.
Ymaska...estoy segura que esas palabras llegarán a ella, cuando uno hace cosas con alma y corazón siempre llegan a destino, me sumo a esa fuerza.
Un abrazo grande
Pame.
