Ennimaje
Soy un defensor de la rutina, siempre sea uno mismo el gestor del programa cotidiano. La buena ducha, el paseo por las redes y el desayuno espero nunca me falten y trabajaré duro para que siempre estén allí. En la rutina bien planeada pueden desprenderse ventanas para la lectura y el fin de la propia ignorancia, y para la ajena es bueno destinar tiempos para programar y ejecutar programas educativos en barrio, ya sea de manera independiente o de la mano de alguna organización política o vecinal. Luego de eso la duda, el vértigo, la sumisión y el rechazo al presente se disuelven en la buena rutina, la lucha diaria y constante, pujante. Una buena rutina de despierta al salir el sol y de adentra satisfecho en el sueño.
Fuera de las cosas propias del gusto personal de cada uno, tu visión me parece un justo reclamo a la enfermedad que la educación formal nos ha inyectado año tras año. Hay que dejar de ser niño y convertirse en adulto.
07/05/13 03:05