Intentar Olvidar
Olvida por un momento todo. Todo lo que ronda a tu alrededor. Los problemas, las personas que te los causan, olvida el día a día y los exámenes, olvida todo lo relacionado con él y contigo, olvida incluso tu nombre. Olvida cada insulto en un grito ahogado estampado contra la almohada, cada palabra que te hubiera gustado decir y nunca tuviste oportunidad, cada sentimiento callado. Olvida los llantos desconsolados de los niños y los suspiros de sus madres, que aún sueñan con viajar a esa isla paradisíaca, tan lejana y tan imposible. Olvida a quien tienes que complacer y a quien tienes que odiar, olvida cada mirada envenenada y cada sonrisa fingida, olvida incluso aquella vez que reíste por no llorar. Olvida cada decisión errónea y cada fallo del que no aprendiste. Olvida las veces que has caído con la misma piedra y no había nadie ahí para ayudarte a levantarte. Olvida cada nota desafinada y cada grito de emoción. Olvida todas las obligadas respiraciones profundas para controlar los nervios, olvida cada vez que no alcanzaste el éxito. Olvida recordar, pues sólo hace que menosprecies el presente. Olvida soñar, pues sólo hace que parezca que nuestros deseos son imposibles. Puedes incluso olvidar respirar, pero nunca olvides cómo olvidar.
