…y si lo piensas bien, en unos cuantos segundos, dar o negar el saludo se vuelve una situación perversa, de desquite, de revancha y de ofensa… y parece que es tan fácil saludar a las personas… y hay tantas formas de hacerlo… asientes con la cabeza, sin decir una palabra, levantas la mano y el otro sabe que lo saludas… dices o escuchas una frase peculiar, un apretón de manos, una palmada en la espalda, una sonrisa apenas dibujada en el rostro…. Y cuando no sucede, cuando se niega el saludo, cuando en pocos segundos decides que no levantaras la mano , que no vas a dirigir tu mirada al otro, cuando en pocos segundo niegas de manera consiente un ligero movimiento de cabeza… te das cuenta de golpe lo difícil que es saludar a alguien que te ha ofendido… lo difícil que es saludar a alguien que también te lo ha negado… te das cuenta de lo complicado que somos…los humanos…te das cuenta de que detrás del saludo esta lo que somos, lo que representamos para el otro, al que le estrechamos la mano. Al que podemos dar y ofrecer un abrazo… esta la aceptación, está el gozo de haberte encontrado y haberte saludado… (Créeme, prefiero lo último, pero como están las cosas, como estuvieron las cosas… los saludos quedaron negados…)

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2 Comentarios

• 

  Zinico

  use sus piernas de almohada, como una muestra de confianza,- deposite mi cabeza en tus piernas y quede expuesto a tus manos y ahora, ni saludarte apenas...

  27/04/10 05:04

• 

  Mary

  Que mal sienta cuando saludas a alguien y no te devuelve el
  saludo, yo normalmente siempre saludo a todas las personas
  que conozco. Es muy cierto lo que cuentas en tu escrito, me
  gusto leerlo para entender mejor esas situaciones. Besoss.

  29/04/10 12:04