Nunca había notado este sentimiento, tan doloroso y tan bueno al mismo tiempo. Nunca nadie me había inspirado de esta forma ni había conseguido no salir de mi cabeza durante todo el día.
No podemos hacer esto, es lo que me repito cada día, no está bien y aún así no puedo sino mirarte y desear estar a tu lado.
No fue nuestra intención conocernos, todo fue por pura casualidad.
El cielo se apaga al vernos, triste, esperando el momento de nuestro encuentro.
Me abrazo a mi misma imaginado que eres tu, imaginado que me susurras al oído, lentamente, dulces palabras de amor.
Mientras tanto la espera sigue siendo insoportable.

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