Hoy digo adiós. No solo a mi melena sino a muchas otras cosas. Digo adiós a los llantos sin motivos, a esos enfados repentinos porque algo no me salga del todo bien. Me despido de las falsas excusas, del yo no puedo, de esa zona de confor donde todos los cobardes nos hemos refugiado alguna vez. Le pongo fin a aquellas tonterías que alguna vez considere preocupaciones simplemente por el hecho de no saber ni lo que esa palabra significaba realmente. Si, hoy me parece un buen día para despedirme de una vida con unos valores y preocupaciones que la hacían completamente vacía. Pero también hoy he descubierto con que llenarla, pienso llenar mi vida con aquellas personas que quieran formar parte de ella, los demás con no entrar o hacer una breve visita es suficiente, también quiero llenarla de amor sobre todo el de una familia que cada día se muestra más unida, añadiré también a mi vida lucha y sacrificio dos grandes palabras que han de acompañarme durante el resto de mi camino ; aunque no debo olvidarme de meter en mi gran maleta la palabra meta, ya que es esa palabra la que voy a tener que recordarme cada día si realmente quiero hacer de mi vida algo por lo que allá merecido la pena vivir. Hoy, justo hoy, me he dado cuenta que tengo el motivo más grande del mundo para luchar. Hoy, justo hoy, me he dado cuenta como una puta enfermedad puede cambiarte la vida en unos días. Hoy, sin melena como tu, he decidido que voy a luchar como una leona codo con codo a tu lado. Te quiero.
