TusTextos

Luna Menguante...

Levanto esta pluma, y me ahogo en mis sentimientos: he visto detrás, hacia el vacío que has dejado en mí; vi mis errores, mis pecados, he visto el dolor. Bebí mis lágrimas y mi orgullo me ha destrozado. La proximidad nos apartó.
Desde lo lejos observo aquellos vagos recuerdos, siento el tiempo sobre mí. Mi barco se ha hundido, estoy a punto de ahogarme y tu bailas sobre la tempestad; ¿Cuánto mas?, ¿Cuántos mas delante de mi?, ¿A cuántos mas les regalaras tu amor?
Mis manos rascan en la inmundicia en una noche plagada de lágrimas. El amor se ha marchado y dejo sus restos aquí; aun resguardo tu eco mi habitación, han conservo tu perfume en mi almohada, y aquella bufanda, ¡vaya!, aun siento como si tus brazos estuviesen alrededor de mí.
Me llevaste por donde los ángeles para arrojarme desde lo más alto y he caído al vacío pero aun tu rostro no he olvidado. He visto tus sonrisas, tu sarcasmo; he visto tus heridas y todo tu llanto, y aun no te he dejado de amar. Aun deseo tu alma, aun deseo tu cuerpo pero, ¿Cuántas manos no lo han tomado ya?
Hoy he jurado aborrecer tus besos, hoy juro me causan nauseas tus palabras; atractiva y repugnante, seduciendo al mas débil mancebo, ¿aun no encuentras el amor que tanto buscaste?
Te di lo que había dentro, aun más de lo que era mío; y no me sorprendería que Dios decidiera castigarme por ponerte delante de él. Desde el fango me arrastro para soñar bajo tus pies, para delirar entre tus murmullos; ¿Qué día podremos jugar a ser anónimos?, ¿Qué día tomaré tu cuerpo y tus labios de nuevo?
Y si me preguntan voy a mentir por que me avergüenza la verdad, y solo una lágrima voy a derramar; hasta que mi sangre deje de brotar, hasta ese instante te dejare de amar.
Besaste el Diablo y con dulzura te entregaste al pecado; sentí tu lejanía como el frio sobre mis huesos, dejaste mi cuerpo vacio, intoxicaste la realidad con tus mentiras, engañaste al más puro sentimiento, y hoy de él me avergüenzo.
En la galería de mi espíritu escuche las notas fúnebres de mi alma; ¡vamos!, da la vuelta y muestra tu rostro marchito: la carne ha contaminado tu alma. Y por última vez extiendo mis manos pero estoy demasiado débil para verte, siento mis venas vacías, siento la pena invadir mi espíritu.
Olvide tu naturaleza cruel y deje trazar sobre mi todas tus palabras; naciste de la oración de mi peor adversario, creciste entre mis brazos, te enseñe a amar y ahora das cátedra a cualquiera que este ante ti. Contaminaste el amor con tu insensatez, ahora, estoy desahuciado; te llamé, te grité pero ninguna de mis palabras han logrado alcanzarte.
¿Atrás en la inmortalidad hubieras sanado mis heridas?, ¿Cuándo dejaste envenenar nuestro amor?, ¿Cuándo murieron tus deseos?, ¿Cuándo te convertiste en amante de la humanidad?, ¿Cuándo comenzaste a amar a la suciedad?
Abdielbda10 de noviembre de 2011

2 Comentarios

  • Entupuntodemira

    Precioso texto, tus palabras expresan tanto sentimiento que me ha dado un punzón en el pecho. ¡Me encanta!

    11/11/11 12:11

  • Mery

    me a encantado este texto¡ expresas muchos sentimientos escribiendo y se nota que lo qe estas escribiendo lo vives¡¡

    16/11/11 10:11

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