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Eternos


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Caminábamos sin prisa mientras ambos inclinábamos la cabeza para contemplar el desfile de colores en un arcoíris posado en medio del cielo, la llovizna menudita aun caía sobre nosotros pero no nos importaba, era como el maná, nos alimentaba y rebosábamos de vida como el pasto, como las flores, como los árboles que inclusive parecían elevar los ramales con sus hojas a manera de alabanza u oda ante tal esplendor al igual que los niños celebraban chapoteando en los charcos formados en los adoquines alrededor de una fuente ubicada al centro del parque, le veía sonreír y ello me confortaba el alma de una forma sumamente especial, era otra cuando las nubes grises y el petricor esbozaban el día, su tristeza innata, su desesperación, todo su dolor humano desaparecía y se volvía etérea como un ángel. Perdidos en el magistral concierto de la naturaleza nos detuvimos junto a una de las bancas que estaban esparcidas por todo el lugar y justo cuando estaba por sentarse la detuve y le recordé que obviamente la banca estaba mojada, me miró tiernamente y enseguida se lanzó hacia mí en un cálido abrazo, puro, noble, como el abrazo de una madre.

Seguimos avanzando y disfrutando de todo cuanto se nos ofrecía, el relámpago a lo lejos, los rayos de sol que lograban colarse de entre las nubes muy difuminados en lo alto de los edificios, las aves que volaban para socorrerse en algún lugar secreto, las reconfortantes bocanadas de aire fresco y, sin embargo, en medio aquel milagro me vino a la mente un pensamiento que logró ciertamente consternarme hasta regresarme de golpe a mi prisión, a la locura de mi racionalidad… ¿Cuánto duraría todo aquello? ¿Cuánto tiempo su enfermedad nos permitiría salir en lugar de confinarnos a cuatro paredes? Los retazos de existencia que recordamos están hechos de mezquinos instantes de dicha y épocas completas de tormento, lo medité por un momento pero rápido terminé convenciéndome a mí mismo de que en realidad no importaba el cúanto sino el cómo y sobre todo el por qué, porque mientras ella conservara ese gesto de felicidad nacido desde el corazón, el tiempo, la vida misma nos duraría no los días que dicta el calendario o los momentos fabricados y medidos por los engranes del reloj, sino que se compondría y perduraría lo que nosotros decidiéramos. Y decidimos ser eternos.Ω


“Y si sueño acaso es porque el sueño es realidad y la vida la sombra de mi paso sobre la eternidad”.
Rafael Lasso de la Vega



Abyssos20 de octubre de 2015

6 Recomendaciones

8 Comentarios

  • Norma

    abyssos, que bello me a hecho viajar por debajo de la lluvia, como cuando era niña y me escapaba para chapotear bajo la lluvia.
    todo lo bueno si decidimos puede llegar a ser eterno.
    saludos

    20/10/15 03:10

  • Alumine74

    Quizás la suma de esos instantes que se vuelven eternos, nos ayudan a transitar los tiempos complejos.
    Dulce tu escrito.
    Al fin de cuentas dentro nuestro llevamos un cofre donde uno los atesora eternamente.

    Hermoso leerte así ☆

    20/10/15 04:10

  • Voltereta

    Al final de la lectura, he sentido un escalofrío que recorría mi cuerpo, cosa que inevitablemente me pasa, cuando leo algo que ha consegido acariciarme el alma.

    Eres un escritor de los pies a la cabeza, no se cómo no has publicado ya alguna novela, pues derrochas imaginación y tienes un don como narrador que es incuestionable.

    El día que lo hagas, tendrás en mí, un lector fiel.

    Un texto que guardo en mi baúl.

    Un saludo, amigo.

    20/10/15 02:10

  • Abyssos

    Es correcto Norma, todo lo decidimos nosotros, sólo que la mayor parte del tiempo no nos damos cuenta.

    Muchas gracias Alu :) Así es la suma de instantes felices es la que cuenta.

    Voltereta, haces que me sonroje, sin más, gracias por leer y comentar mi buen amigo.

    22/10/15 02:10

  • Mejorana

    Abisos, me dejas encandilada ante una prosa tan sumamente perfecta.
    Tan profunda que hace falta adentrarse en ti para sentir contigo el misterio de la vida y de la muerte.
    Qué bien escribes, Abisos. Da gloria leerte.
    Te dejo mi abrazo con todo mi cariño.

    22/10/15 08:10

  • Abyssos

    Gracias Mejo ;)

    23/10/15 03:10

  • Sandor

    Me ha gustado mucho tu texto, y es que en realidad, dedicamos todo nuestro tiempo a luchar contra el miedo a la felicidad que caduca.
    Un abrazo
    Carlos

    23/10/15 12:10

  • Abyssos

    Es correcta tu reflexión Sandor, en ello me he inspirado para escribir este texto. Gracias por leer y comentar.

    26/10/15 07:10

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