Diciembre
Es así como la primavera se convirtió en un verano frío en busca de tu compañía.
Llegó sin aviso, y se fue dejando mil huellas en mi espalda.
Ese mes en el que las calles se visten de navidad, y el aire se mezcla con el constante recuerdo de que ya no estás a mi lado, ese aire que tomo con cada suspiro; que pide a gritos una caricia tuya.
Cuantas cosas pendientes por hacer. Cuantas cosas pendientes por decir. Cuantas cosas inconclusas. Cuantas cosas que nos faltó hacer.
Diciembre; es el mes en el que te giras a mirar atrás, y a hacer un simple recorrido de tu experiencia del año. Es el instante cuando tu recuerdo cae a mis pestañas. Recuerdos desde el primer día, tu olor, tu risa y tu camisa. tus labios rendidos, y tus pupilas clavadas en las mías. Recuerdo la filarmónica presente en mi pecho cuando te veía, y la novena sinfonía que acompañaba nuestro trayecto. (que en ese momento) pensaba que era para siempre.
Diciembre es el mes en el que la realidad me topa de golpe, y me dice que me toca aceptar.
aceptar que ya no vas a estar ahí cada que te necesite.
aceptar que cada vez que escuche esa canción, nuestra canción, debo acordarme de todo lo bueno.
aceptar que esa estrella aún cuida de nosotros, a pesar de la distancia entre nuestros cuerpos.
Diciembre me agobia.
indica el fin y el inicio de una nueva etapa.
Diciembre me calma.
me recuerda que a pesar de todo, la vida sigue.
