Tal vez somos el orden del caos, si miramos un cigarrillo que se consume sin que exista una corriente de aire que lo perturbe, con el paso de los segundos se puede observar como lo que parece una columna de humo tranquila se transforma en una culebrilla inquieta de humo que se esparce sin orden aparente; sin embargo, si seguimos esperando y somos pacientes, antes de terminarse de consumir el cigarro, el humo regresará a la tranquilidad. Corrígeme si estoy totalmente perdido del mensaje de tu poema, pero fue lo que en una primera lectura entendí. Saludos y felicidades... ha! y gracias por el regalo!
18/03/12 10:03
