Cruje la madera del salón
y el verso va creciendo como una serpiente
que ha comido 2 ó 3 elefantes sin conciencia.
Muestro mi trío de ases al contrincante
de siempre; ahora el triunfo no es más
que un orfanato de ideas opuestas.
Ayer, cuando comulgaba con el coma etílico,
el ángel que me vio nacer
agarró una mentira
y la convirtió en verdad.
Sucede cuando menos te lo esperas-
que la imaginación es fortaleza y la bondad
un tránsito hacia el juego final;
sucede que comemos y no nos alimentamos,
que bebemos y no nos saciemos
Tal ves porque nos sabemos mortales
y extremadamente estúpidos de alma.
Sucede cuando menos te lo esperas-
que la imaginación es fortaleza y la bondad
un tránsito hacia el juego final;
Es así Alexander, somos peones, a veces alfules, reyes o reunas, pero el tablero no cambia.