Cuando el sol
en su lento atardecer
se lleva la vida lejos,
al silencio,
al mundo de las palabras rotas.
Cuando el sol,
rojo y moribundo huye en la lejanía,
tiñendose de ocres,
silencios,
recuerdos,
pensamientos viejos,
y soliloquios.
Cuando el sol se aleja
en la lenta agonía de los días,
cuando el atardecer aleja la vida de la vida,
y las esperanzas se disuelven
en el eterno descanso
de la muerte.
Siento dentro de mí ese atardecer lento y cálido que me describes.
Percibo en ti una dulzura y una paz como recuperadas que contrastan con el dolor sufrido que deja su huella en cicatrices que aún necesitas acabar de curar, Artalia amigo.
Te estoy viendo en tu atardecer antiguo como si fuera una película.
Te deseo todo lo mejor del mundo.
Y lo vas a conseguir.
Te abrazo con toda mi vida.