Allí estaba mi cuerpo. Hundido en la oscuridad, hundido encima de una cama blanda que me parecía un nube en el cielo de la noche.
Aún tu olor aparecía tímido entre aquellas sabanas, arrugadas, que habían sido testigo de nuestro último encuentro furtivo. Tú el cazador, y yo la presa, una presa abandonada en medio de la nada. Tú, aunque ya no estabas presente, seguías tan presente en mi cabeza que hasta con los ojos abiertos, podía dibujar y adivinar tu figura, podía definir exactamente aquel cuerpo, cada extremidad y su tacto, cada grado de calor que mi cuerpo recordaba perfectamente sobre aquel lecho grande, aquella cama inmensa.
La grandiosidad de tu ser me había dejado a mí como un ser pequeño, desnudo, abandonado, solo, indefenso...
Empecé a rastrear con las palmas de mi mano las dobleces que había dejado tu cuerpo sobre ella. Buscaba dar vida a las formas que ya no volvería a sentir, por que es, por muy a mi pesar, sería nuestro último encuentro.
Y empecé a jugar con mi mente, y a imaginarme que volvías, y me volvías a poseer, para luego irte y continuar recordando aquella silueta, aquellos ojos entrecerrados que observaban cada uno de mis movimientos, que analizaba todos y cada uno de mis gemidos cuando sentía tu ser...
Ahora, yacía inmóvil, casi en estado catatónico, para no perder ninguna esencia de tu amor esparcido encima mío.
Nunca volverías... esta había sido, muy a pesar, la última vez.

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2 Comentarios

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  Nigth14

  "Empecé a rastrear con las palmas de mi mano las dobleces que había dejado tu cuerpo sobre ella. Buscaba dar vida a las formas que ya no volvería a sentir, por que es, por muy a mi pesar, sería nuestro último encuentro"
  
  me encantó esta frase.
  
  a favoritos amigos benjamin!!!
  
  saludos

  25/08/09 06:08

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  Benjamin

  Gracias otra vez amigo Night14!... aunque creo que escribiendo esto, se me lio un poco la mano, y me quedó una frase un poco extraña, no?...jajaja.... si así te gusta, así la dejo
  

  26/08/09 12:08