Mientras Llega MaÑana
Camino con ligereza bajo el sol invernal que me calienta el alma y me da fuerzas para continuar adelante con el plan que me he trazado. Las calles están llenas de gente que se afana en las compras navideñas; de madres arrastrando a niños cansados y mohínos; de jóvenes amantes que se enlazan por la cintura y se dicen al oído palabras de amor y de deseo; pero también de muchas personas solas, como yo, que pasean su soledad por la cruel ciudad que a todos nos engulle en su panza hambrienta de agonías y de penas.
He sentido lástima del joven médico que me ha dado la noticia. Quizá sea la primera vez en su vida que lo hace, y tengo el sentimiento de haberle robado la posibilidad de consolarme. Pero yo no quiero ni necesito consuelo, y menos de un desconocido que nada significa para mí. Nada nuevo me ha contado, no me ha dado ninguna noticia que yo no esperase ya desde hace tiempo. He retrasado mi visita precisamente porque estaba haciendo acopio de energía para enfrentarme a la realidad de mi vida. ¿He dicho vida? Siento deseos de reírme, y lo hago a carcajadas, en la calle; a pesar de que la gente me mira con disimulo; preguntándose tal vez si esta señora de mediana edad, bien vestida y de aspecto correctísimo, no habrá bebido demasiado en la reunión del viernes con sus amigas. Vida, curiosa palabra, ahora que precisamente la mía se me escapa como agua entre los dedos.
Y ahora que lo pienso, ¿es que yo he tenido vida propia alguna vez? ¿Qué he hecho yo para justificar mis casi cincuenta años en este mundo? He parido a una hija, la he criado, he cuidado de una casa, de una familia, y poco a poco, me fui haciendo invisible para todos; como el perchero del vestíbulo, que está ahí para colgar el abrigo, pero a nadie se le ocurre preguntarle cómo está, o qué piensa. Ahora que se acerca el momento en el que tendré que hacer examen de mis días en este mundo, temo no tener nada que examinar, nada que calificar de bueno, malo o regular.
Por eso pienso que hay cosas que debo cambiar, ahora que se que me queda poco tiempo. No es posible acallar los gritos de mi corazón diciendo que mañana; porque quizá mañana no amanezca. Hay cosas que debo cambiar sin tardanza, y lo haré, por más complicado que sea.
No tengo ganas de volver a casa todavía, quizá porque allí no me espera nadie y en la calle, al menos, hay gente alrededor, aunque cada uno vaya a lo suyo. Creo que si se cometiera un crimen en esta acera por la que camino, nadie movería un dedo para evitarlo; quizá ni se darían cuenta, porque todo el mundo camina deprisa, mirando fijamente al frente. Parecemos autómatas, robots que salen de casa programados cada mañana para hacer aquello para lo que han sido construidos, pero que son incapaces de salirse del guión. Y precisamente eso, salirme del guión, es lo que yo pretendo, y lo que haré, le pese a quien le pese. Voy a esperar a que pase la Navidad, porque no quiero estropear la estancia de mi hija aquí, cuando venga para las fiestas. No se merece eso, porque bastante mal lo está pasando en su primer año en el extranjero. Le contaré todo cuando se haya ido; a veces es más fácil hacerlo por teléfono o a través de eso tan moderno, que es el correo electrónico. Sin embargo, echo de menos recibir y escribir cartas. Ahora el cartero solo trae multas, requerimientos de Hacienda y facturas pendientes de pago; es decir, malas noticias.
Beth18 de agosto de 2010-
Ag
Me hubiera gustado pasear solo por esa calle en invierno, será que ahora echo de menos el invierno con tanto calor encima.
Cuando todo son malas noticias parece que nada alivia, una putada.
Un saludo.
18/08/10 08:08
-
Beth
Gracias por leerme, Ag
18/08/10 09:08
-
Vocesdelibertad
Beth:
Leerte siempre es un placer, me he inclinado siempre por tus publicaciones que contienen poesías, pero un texto como éste tiene el valor y peso necesarios que capturan mis sentidos.
Tu relato cuenta con calidad indiscutible, inicias una historia que se irá conociendo poco a poco, por de pronto los momentos en los que haces énfasis son de gran trascendencia. También está salpicado de versos que punzan.
Un abrazo bien fuerte.
19/08/10 06:08
-
Lau928
fantástico texto, fantástica narración....y cargado de nostalgía, resignación, puro realismo, y sentimiento, me ha gustado mucho
19/08/10 07:08
-
Beth
Voces, gracias por leerme. Me gusta mucho la poesía, pero no siempre soy capaz de escribirla, y en ocasiones me hace falta la prosa para expresarme; quizá porque me encanta contar cosas, narrar. Un beso
19/08/10 07:08
-
Beth
Lau, muchas gracias por tus comentarios. En realidad, es una narración que en la actualidad tiene más de cien páginas. Poco a poco el personaje principal se va desarrollando y llegan otros nuevos. Un abrazo
19/08/10 07:08
-
Lis
hola, el mañana no es mas fiel q el futuro vive tu vida trankilamente q no es tarde para nada cuando anhelamos sguir viviendo... exitos saludos desde la luz
19/08/10 07:08
-
Beth
Gracias, Lis. Afortunadamente esta historia es fruto de mi imaginación. No se si yo tendría la fuerza de esta mujer
19/08/10 07:08
-
Silenciodeluna
Había mirado mal... tenías razón, aquí está el número cero.
No ha cambiado nada por haber empezado por el 7, solo profundidad en la protagonista, que también viene bien.
18/02/11 11:02
-
Beth
Si, saber un poco el porqué de sus reacciones o su manera de enfrentar los problemas
18/02/11 12:02
-
Agora
En el principio estoy! engancha tu escritura! se huele ese ambiente en la calle y cada sentimiento que va mascando ante las dudas de "su vida propia"... seguiré! muy bueno!
08/06/11 01:06
-
Beth
Muchas gracias Agora. Celebro que te haya gustado
08/06/11 09:06
-
Endlesslove
Beth he comenzado, e iré poco a poco hasta que llegué a donde hice el comentario.
Creo que me he identificado tanto con esta mujer, que sé que estaré aquí pegada, esa época de navidad como mueve sentimientos...y la soledad... y los hijos lejos que solo vienen por días...
en fín
que te leo amiga
08/09/11 02:09
-
Beth
Es una época que nos dice mucho a mucha gente y que ahora se acerca
08/09/11 08:09
