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Lamento de la Ultima Noche

Habitación sombría, en extremo derecho una cama, con una mesa de noche, sobre la cama una ventana, en el centro del cuadro una silla solitaria, en el rincón izquierdo un escritorio.
El protagonista esta sentado sobre el suelo, la espalda apoyada en la mesa de noche, la mano derecha sobre la cama

Protagonista:
(Alza la mano y con dolor y pena en la vos temblorosa)
Y en esta mano mía, tuve tanto, tantas cosas bellas, y hoy, hoy no tengo nada!!
Nada me ha quedado, hoy que mi alma llora y sufre en agonía, ya no tengo amigos ni nada bello, solo me queda esta alma mía ¡triste! Sola, sin alegría.
¿Quién dará luz a mis días? ¿Quién traerá nuevamente las aves a mi ventana, para alejar estos pensamientos, de acabar con esta vida?
Dios! Arráncame el recuerdo! No quiero rememorar más los tesoros perdidos!
Los recuerdos lastiman el alma! Me acecinan las fotografías, y los poemas, y las canciones me entierran más en mi agonía.
Ya se aproxima la tarde, la luz del día se atenúa y da un toque nostálgico a esta habitación sombría.
(Un caballero vestido de rojo se sienta en la ventana por fuera de la escenografía)
El cielo de la tarde, se ve encendido en llamas, es la sangre de los guerreros muertos en la mañana.
¡Que me importan los guerreros de aquella tierra lejana!
Lo que me importa esta noche es mi corazón, mi corazón que no sana.
Si Dios tuviese piedad! Se llevaría mi alma! Para no seguir sufriendo, para dormir en calma, y en las sombras de la noche ya no encontrar su cara.
Ay! Aquel rostro sonriente, perlado, y tan lejano! Ajeno y despreocupado, pícaro! por momentos tan loco! Por momentos tan dulce! Pero siempre tan lejano!
Divino ángel guardián, mensajero de mi alma, ve y dile a tu señor, cuanto he amado, y que diga si acaso, he querido yo en vano.
Por tantos años de amar, y sufrir, me creo capas de elegir, como y donde terminar mis días.
Si estuviese en mis manos! Si pudiese elegir! Esta noche seria!
El operario neutral, aquí me visitaría ¿pero que forma tendría? ¿La del amigo perdido? ¿La del amor negado? ¿O aquella forma extraña, la de la parca, con manto negro y guadaña?
O quizás todas, así, abrazaría al amigo, y amaría al ser amado, para luego partir con la muerte de la mano.
La tarde se ha marchado, ya sube la luna clara, blanco centinela que sonríe en mi ventana.
(Una dama vestida de blanco se sienta en la ventana por fuera de la escenografía)
Mañana será otro día! Y estarán las aguas calmas, pero al llegar la tarde volverá a sufrir mi alma.
Piedad! Es lo que pido, cada noche en mi tormento.
Basta! Corazón absurdo! Déjate de lamentos!
Será mejor dormir, hasta que llegue el día, para calmar mi mente, cruel amiga, y dulce enemiga.
Pero! ¿Cómo dormir así? si otra vez veo su cara!
Su cara perlada y picara, tan bella…tan lejana…

Se duerme sobre la cama, por la izquierda entra el amigo, se sienta en la cama, lo despierta lo abraza y se retira por la derecha.
Por la izquierda entra el ser amado, se encuentran en el centro del cuadro, se besan, bailan, se abrazan y se marcha por la derecha.
Por la izquierda entra la muerte, manto negro y guadaña, lo mira, gira a su alrededor en una danza misteriosa y se lo lleva de la mano para salir por la izquierda del cuadro.
Buhito30 de marzo de 2011

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